Lo que fue el cuerpo de la condesa Lucía Bellagamba se encontraba esparcido por la habitación en trozos de diverso tamaño. Los salpicones de sangre llegaban hasta lo más alto de las paredes.
- Caramba, creo que debemos desestimar la hipótesis del suicidio. ¿Tu qué dices, Ignacio?
- E el azado je va a pasar, jefe.
- Respecto de lo que queda de la condesa, pavo.
- He tratado e componer loj restos entalmente, jefe.
- Y, ¿a qué conclusión arribas?
- ¡E edtaba juertízima, jefe!
- Es cierto, mira esas curvas segadas abruptamente, esos muslos separados del torso... esos labios en esa cabeza que está más allá... ¡Pero, estamos aquí para otra cosa, no para jugar a los rompecabezas eróticos! Haré algunas preguntas mientras tú revisas la escena del crimen y tomas algunas fotos con el celular.
- ¿As zubo al feijbuc? ¿Uitter? ¿Inztagram? ¿Habrá ua ifai?
- ¡Será lo último que hagas, zapallo! ¡Empieza ya! Entrevistaré a los sospechosos uno por uno...
Extractos de las entrevistas
Aquiles Nado de Costeleta
El conde condujo a Leo a un recinto amplio, una especie de sala de armas. En una de las paredes, rígidas cabezotas de jabalíes, ciervos, gallaretas y pumas se cernían sobre los visitantes. En las otras, un muestrario de las más variadas armas de caza, aquí las de fuego, allá las espadas y floretes, más adelante hachas y alabardas.
- Comprenda, conde, tendré que hacerle unas preguntas y grabar la conversación...
- Es su trabajo, adelante.
- ¿Quién cree que lo hizo?
- Menem.
- Deje de distraerme con chistes malos. Me refiero al asesinato de su esposa.
- Oh, acabo de recordarlo, ¡qué triste me siento..!
- Sí, se nota...
- Bien, no tengo la menor idea. Comprenderá que mi esposa Lucía y yo dormíamos en habitaciones separadas, hace ya tiempo que no hay nada entre nosotros.
- Nada que no sea una valiosa fortuna.
- Es cierto, Débora se interpuso entre nosotros.
- No me refería a Débora Fortunas.
Débora Fortunas, secretaria del conde Nado
- Pase usted, señorita.
- Mmmm, qué intriga, capitán.
- Detective a secas. Bien, para eliminar toda sospecha sobre usted tendrá que responder a calzón quitado. ¿Usted posee algún arma?
- ...
- Pero, ¿qué hace?
- Obedezco, capitán... Esas ojotas arenosas me pierden, esos músculos...
- Señorita, vístase, no me complique el trabajo.
- Solamente le muestro mis armas. ¿Trajo usted la reglamentaria?
Osmar Tirizará, mayordomo
- Sepa usted que siendo mayordomo resulta el principal sospechoso del crimen.
- Ah, ¿sí? Qué bien, ¿con qué pruebas cuenta?
- Toneladas de libros de Agatha Christie.
- Qué bien. ¿En alguno de ellos el asesino es el mayordomo?
- No los leí, pero sospecho que así debe ser.
- Qué bien. ¿Así resuelve usted sus casos, detective de pacotilla?
- Debo decirle que Débora desconfía de usted.
- Qué bien. Mmmm, no lo creo, usted miente para hacerme caer en una de esas trampas berretas de detective de novelas. Débora es mi sobrina.
- ¡Glup!
Ivo Kemirá y Yamil Asotèh, mastodontes de la puerta
- Siendo ustedes los responsables de la seguridad de este country, están implicados más que ningún otro.
- Ta loco este, Yamil, si ni nos dejan pisar el interior de la casa.
- Además, el mayordomo no nos permite acercarnos.
- Ajajá, con que solamente ustedes vigilan la entrada.
- Y la salida...
- Bien. y, díganme, ¿entró o salió alguien del country en las últimas doce horas?
- El jardinero, un tal Flores, que viene todos los días, hace su trabajo en cuatro horas y se va.
- Ah, y el sobrino del conde, un poco tarambana, ¿cómo es que se llama, Ivo?
- Leandro Gado, vive de la fortuna de sus tíos. Entra y sale de la casa a las horas menos pensadas.
- Lo quiero aquí ya.
Leandro Gado, sobrino
- Así que usted es sobrino de la occisa.
- No, soy sobrino de la tía Lucía.
- Ella, Lucía Bellagamba, es la occisa.
- ¿Y Débora la ordenada?
- Si es un chiste matemático, juro que no lo entiendo. A propósito. se comenta que usted lleva una vida desordenada.
- Para nada, sistemáticamente vengo todos los días al mismo horario a pedir plata. Si eso no es orden...
- Supongo que se sabrá sospechoso de este atroz crimen.
- ¿Mataría usted a la gallina de huevos de oro?
- Ignacio, ¿tomaste las fotos que te pedí?
- Zí, jefe, y ambién un oquito e coñac e por allá. Hic.
- ¿Y qué encontraste en la escena del crimen?
- E odo un poco, jefe. Ontones de estidos nujosos...
- No es para menos. ¿Qué más?
- Rejtos e la ondesa.
- Obvio. Sigue.
- En la esita e luj había mreservativos...
- ¡Ajajá!
- ...miagra...
- ¡Epa!
- ...ajeites ara majajitos...
- ¡Alamier!
- ...velonej...
- ¡Upalalá!
- ...un atafuegos...
- ¡Caramba..! No imaginaba que tuviera esos sofisticados gustos...
- No, el atafuegos eztaba olgado en la ared, al lado e la uerta. En el iso había...
- Basta, buscamos armas o evidencias, no conocer la interesantísima vida privada de la condesa.
[continuará]
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TAREA PARA EL HOGARA falta de ideas acerca de cómo cerrar la historia solicito a los escasos como persistentes lectores algún aporte respecto de quién es el asesino y el móvil del crimen.
Si tenés ganas de proponer, la idea es que lo escribas como comentario en el blog. El comentario no aparecerá enseguida (dirá visible tras la aprobación), así tomo después lo más recurrente para dar el cierre.
¡Gracias por jugar!
Yo ando corto de ideas pero sospecharía de un médico, especificamente de un cirujano, por la forma en que quedó la condesa.
ResponderBorrarTal vez no sea un detalle menor que el detective y el ayudante hayan logrado apreciar "que estaba juertisima".
El móvil puede haber sido conquistar a Debora, con el recurso de facilitar su plan de lograr la Fortuna, casandose con el conde.
Sin que la secretaria lo sepa. Leandro, el sobrino, podría estar enterado de algo que lleve a esa pista.
OK:
ResponderBorrar1- Debora enamora al conde, hace tiempo que son amantes. Ambos saben que la condesa y Yamil también viven una aventura amorosa. Por una suma prodigiosa, convencen a Yamil para que asesine a la condesa, con el fin de que el conde herede toda la fortuna.
2- Yamil, en una noche de pasión, descuartiza a la condesa. No deja huellas. Es un profesional, un mercenario. Lo hace y punto, asegurándose de que falten joyas y dinero, para que se sospeche de un robo común.
3- La policía no logra avanzar sobre la investigación. Caratulan la cuestión como otro caso de inseguridad y violencia en countrys.
4- Debora y el conde se casan cuando ha transcurrido un plazo prudente. Los medios ya se olvidaron de la cuestión. La policía cierra el expediente por falta de pruebas.
5- El plan original está pergeñado así: Debora y Leandro se aman.
6- Saben que Yamil y la condesa mantienen una relación pasional.
7- Acuerdan convencer al conde para que Yamil concrete el asesinato de la condesa.
8- Acuerdan que Debora se casará con el conde.
9- Debora se casa- en ceremonia íntima, dulce, secreta y romántica- con el conde.
10- Leandro y Debora acuerdan que la nueva esposa envenenará progresiva y lentamente al conde.
11- Un día se muere en forma súbita, dirán que fue un infarto.
12- El veneno no deja rastros, no hay manera de probar el homicidio. Muerte natural por paro cardio respiratorio. Cierre de legajo.
13- Debora se convierte en la heredera de toda la fortuna de los condes, en virtud de que no hay reclamaciones forzosas, no hay hijos del anterior matrimonio.
14- Por fin Leandro y Debora pueden estar juntos.
15- Yamil muere en un extraño accidente de auto provocado por una falencia mecánica que nadie puede explicar. Lo acusan de haber conducido ebrio. Debora y Leandro han ideado el accidente. No desean dejar cabos sueltos.
16- La policía no sospecha que las dos muertes que siguen a la de la condesa son parte de un plan concebido con anterioridad.
¿ Cómo hará su detective, mi estimadísimo Néstor Darío, para que los jóvenes amantes no se salgan con la suya… y tomen un avión a la Polinesia, con toda la fortuna de los condes, en un rato… jaja ??
Le mando un beso, mi querido Watson.
SIL
A la marosca!
ResponderBorrarDos planes que, además, no se contraponen!!
El de Demiurgo con líneas gruesas y generales.
El de Sil, al detalle, como si ya hubiera planeado algo así la muchacha...
Veremos cómo se la arregla el detective (si es que se las arregla)...
Juro por la salud de mi finado abuelito que no anduve intercambiando ideas ¨ sherlokholmísticas¨ con el Demiurgo en forma privada.
ResponderBorrar=D
Que aparezca la condesa viva y que haya sido otra la persona descuartizada... Ella sospechaba todo lo que tramaban el resto de los integrantes de la mansión.
ResponderBorrarNo jugué antes porque estaba en las termas de Victoria del agua jajajaj el deber me llama ajajjaj el agua estaba espectacular!!!!!
BorrarMe hiciste acordar de una de los episodios de El Candor del Padre Brown de Chesterton en que a un muerto le pusieron la cabeza cercenada de otro..
BorrarLas termas bien merecen postergar la investigación!!
Jejeje me hubiera gustado llegar antes para poder opinar.
ResponderBorrarMe gustó mucho la cantidad de nombres al estilo de las figuritas "Basurita" y me parece que hubo mucho más humor en este episodio que en el anterior... lo que augura algo todavía mejor para el próximo. Muy bueno. Continúo.