1770: - ¿Cómo marchan esos trabajos, ingeniero Cugnot?
- ¡Gribeauval! Estamos siguiendo sus consejos y perfeccionando los mecanismos. ¿Trajo noticias de Choiseaul y la corte del rey?
- En efecto...
- Vamos, hombre, no me deje con la espina, ¿qué nuevas trae..? ¿Consiguió el permiso para hacer la prueba en Versalles?
- Ni se le ocurra, a nadie en la corte le interesan estos artefactos que juzgan malolientes y más dignos de alemanes o ingleses, que de refinados franceses.
- ¡Malditos chupaculos del rey! Desdeñan mi fardier autopropulsado, que podría ser el fundamento de la gloria industrial de Francia. ¡Mal rayo les parta a todos, incluido el rey, que se rodea todo el tiempo de jóvenes prostitutas y deja la política en manos de ineptos!
- Ejem...
- Eehhh, grap, excluyéndolo a usted y a Choiseaul, obviamente...
- Ah, olvidé decirle que subvencionarán su proyecto con 22.000 francos y una pensión anual de 600 francos, para que no tenga problemas económicos y se dedique a él por entero.
- ¡Bendito sea el rey Luis! ¡Qué interesantes costumbres sociales tiene! Debemos estar orgullosos de la corte que lo rodea.
- ¡Déjese de pavadas y póngase a trabajar! En tres meses haremos la prueba.
- ¡Ehhh! ¿Tres meses? ¡Necesito por lo menos un año!
- Si esperamos un año los dinerillos se cancelarán. ¿Está claro?
- ¡Oh, qué decepción, mon ciel!
1771: - ¡Legarque, ¿todo listo?!
- ¡Así es, jefe!
- ¡Essen, ¿el fuego está a pleno?!
- ¡El fuego y los choris, jefe! ¿Le paso uno? Traje pan casero...
- ¡Me refiero al fuego del caldero del fardier, tonto!
- ¡Ah, ese también! ...ñam, ñam...
- ¡A un lado con ese extraño emparedado y regule la presión del vapor! Los veedores de la corte van a quedar impresionados con el funcionamiento del fardier.
- Dé la orden, jefe, así le paso uno con chimichurri...
- ¡Trois! ¡Deux! ¡Unnnnn! ¡Zérooooo!
- ¡Fffff! ¡Chuf, chuf! ¡Catrán, catrán, catrán!
- ¡¡Funcionaaaaaa!! ¡Y a la velocidad de un trote de caballos! ¿Cómo anda todo allí arriba, Legarque?
- ¡Dix points, jefe! ¡Serenito como agua e tanque!
- ¡Excellente! ¡Siga prestando atención, hay un muro allá adelante!
- ¿Qué muro, jefe? ¡No veo nada por el humo!
- ¡Mire alláaaa, tuerto maldito! ¡A su derecha! ¡Gire esa cabezota de polifemo!
- ¡Uy, ¿qué hago, jefe?! ¡Voy derechito!
- ¡Aplique los frenoooossss!
- ¡¿Qué frenos?! ¡Si usted dijo que no íbamos a necesitarlos..!
- ¡Uy, maldición! ¡Gire! ¡Haga algo!
- ¡Sí, sí, me pongo a rezar ya!
- ¡Catrán, catrán, catrán! ¡Braaammm! ¡¡Crash! ¡Bang! ¡Boom!! ¡Ffffffffff!
- ¡Oh, qué decepción, mon ciel!
- Dele, jefe, baje este mal trago con un choripán a la Essen...
- ¿No, Gran Duc de Choiseaul? Ha llegado a arrastrar cuatro toneladas a buena velocidad.
- Además del accidente tiene inconvenientes que lo hacen poco práctico: cada 12 o 15 minutos hay que cargar combustible para el caldero, resulta poco útil en terrenos escabrosos...
- En este nuevo modelo, he tenido en cuenta algunos de esos detalles... Mire, mire...
- Créame que lo suyo ha sido una genialidad, pero Francia tiene cosas más urgentes que resolver. El rey Luis ha desterrado a parlamentarios, se ha revelado como un déspota y Francia termina por odiarlo. No podemos darnos el lujo de seguir avanzando en su proyecto.
- ¿Y qué hago con este fardier nuevo?
- No se preocupe, quedará en un galpón hasta que se enfríen las aguas.
- ¡Oh, qué decepción, mon ciel!
1789: -¡Liberté, égalité, fraternité! ¡Liberté, égalité, fraternité!
- Essen, fíjese qué es todo ese barullo, s'il vous plaît.
- No sé. Iré a ver...
- Vaya, rápido, que no se le pase el guiso...
- En el nuevo caldero que diseñé, la comida no se pasa ni se pega.
- Vaya, vaya, ¡aller!
...
- ¡Jefe, jefe! Traigo noticias...
- ¡Cuente, cuente..!
- Por partes. En mayo murió el genial Gribeauval...
- ¡Mon ciel, ¿cómo no me enteré?!
- Sigo, han tomado la Bastilla y mataron al alcalde...
- ¡Ja! Que se agarre Luisito XVI, se le viene la noche.
- Suspendieron todas las pensiones que el estado dispensaba...
- ¡Ja! ¡Basta de mantenidos por el estado!
- ...incluso la suya.
- ¡Maldición! Moriré de hambre, a mi edad ya no puedo trabajar...
- ¡No, mientras Essen esté a su lado!
- ¡Sí, mientras a Essen se le queme lo que cocina como hoy!
- ¡Uy, nos quedamos sin cena!
- ¡Oh, qué decepción, mon ciel!
1800: - ¡Jefe, lo buscan!
- ¿Quién querría hablar, querido Essen, con este viejo envuelto en la pobreza? La vida ha sido ingrata conmigo. No he tenido otros hijos que unos carros automóviles que no han servido para nada. Francia ha sido ingrata conmigo. Con la revolución me he debido exiliar en esta lejana Bruselas.
- Es un enviado del Primer Cónsul.
- ¿De Napoleón? Hágalo pasar. Lo único que me faltaba, que me manden a matar...
- Bonjour, ingeniero Cugnot. El Primer Cónsul me ordenó que lo lleve de vuelta a Francia.
- ¡Ah, noooo! ¡De aquí no me sacan! Mátenme aquí antes de volver a la ingrata Francia.
- No ha entendido, monsieur... Volverá a Francia con honores, tendrá una pensión vitalicia de mil francos. Una comisión de notables ha recomendado al Primer Cónsul revisar sus artefactos y reactivar sus investigaciones. Su tercer automóvil tiene un lugar destacado en el Conservatorio de Artes y Oficios de París y es motivo de estudio de los ingenieros actuales. ¡Treinta años después su invento no ha sido superado en ningún lugar del mundo!
- Volver... cuando ya mi ingenio se ha marchitado como mis fuerzas. Volveré, sí, aunque más no sea a morir junto a mi preciado hijo. Espero no decepcionarme otra vez, mon ciel...
Notas
1770: Gracias a Gribeauval y Choiseaul, consigue la financiación del rey Luis XV.
1771: El segundo fardier funciona mejor que el primero, pudiendo arrastrar material pesado. En el primer accidente automovilístico de la historia, se estrella contra un muro. El video es de la película alemana "Das Stahltier"de 1935.
1772: El accidente y los problemas políticos y económicos de Francia conspiran para que se quite al apoyo a Cugnot cuando tenía preparado su tercer modelo.
1789: Con la muerte de Gribeauval y la Revolución Francesa, Cugnot queda desprotegido y desempleado. Se exilia en Bruselas donde vive en la pobreza.
1800: Napoleón impulsa su regreso con todos los honores. Sin embargo, no lo recibe personalmente. En 1804 muere en París sin dejar descendencia.
Cuantas decepciones ha tenido ese pionero. Tal vez hayan contribuido esos ayudantes torpes, más a afectos al choripan con chimichurri, que a prestarle atención a las indicaciones tecnicas. ¡
ResponderBorrarUn estudio en francés sobre su vida se titula "Pobre Cugnot", con eso lo dice todo...
BorrarLos ayudantes simpáticos y torpes ayudan a hacer un poco más llevadera la historia. Me gusta hacerlos aparecer así.
Está muy bueno, podría ser un buen libreto /toda esta saga/ para una parodia - una forma de enseñar la historia a través del humor- herramienta que nunca falla, como el fardier de Cugnot.
ResponderBorrarLo del chimichurri es novedad- no se estila así en estos pagos- nunca probé uno con chimichurri ¡mon ciel!
Besos.
SIL
Gracias, estimadérrima Sil!!
BorrarEn cuanto a lo otro, debería probarlo, a lo mejor introduce una novedad.
Besos
¡Qué bueno! Mira que tiene un buen repertorio de insultos el jefe... :))
ResponderBorrarBravo, compañero. Beso y café.
¡Un poco temperamental me salió!
Borrar¡Gracias, estimada Censu!
Besos
Excelente.. Napoleón estaba loco, Pero no tanto eh?.. Un abrazo Oso!!..
ResponderBorrarAl final, por lo menos uno que lo bancó!
BorrarQue ingrata suele ser la vida pobre Cugnot tanto trabajo para nada y cuando fue reconocido se murió y encima sin descendencia, más sólo que Crusoe sin Viernes jeje.
ResponderBorrarEstimadísimo Oso muy bueno su relato de esta partecita de la historia que bien podría haber sido así como ud. lo cuenta.
Grande abrazo y mi admiración de siempre.
REM
Gracias, amiga Rem.
BorrarBesos!