El año pasado para estas fechas, quién sabe para qué cuernos andaba yo dando vueltas por el Fonavi (el barrio se llama Domingo Troilo, pero le quedó el simpático mote por Fondo Nacional de Vivienda, que lo construyó allá lejos en el tiempo) mirando los apiñados departamentos otrora de color acanariado, hoy con matices casi siempre de una forzosa melancolía.
Tal vez lo buscaba, tal vez se dio así como así, lo cierto es que terminé tropezando con el mismísimo Adonis Torre en una de las retorcidas escaleras.
Algo más de una veintena de años ha, Adonis fue amablemente conducido por las topadoras municipales a partir de su ranchito en calle Pampa a una promesa de vivienda al sur del sur de la ciudad. Supe luego que recaló en el Fonavi y allí mismo tropecé con él.
Los mates fueron su abrazo y la charla su don, ese que siempre me falta.
Que se acerca el 9 de Julio, que en 1816 en Tucumán "declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que los ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli y de toda otra dominación extranjera". Que los argentinos somos contradictorios, elegimos un pelele como presidente, que en el Bicentenario de la Independencia pronunció estupideces como: "[los líderes de la independencia] deberían tener angustia de tomar la decisión, querido rey, de separarse de España"...
Mate va, mate viene, Adonis de pronto se puso solemne, como atisbando la distancia detrás del delgado muro salpicado por todo revoque y soltó unas frases que no me atreví a interrumpir.
El 9 de Julio quedó en la historia, querido oso. Pero no en la historia cristalizada, esa de los libros.
Quedó en tu historia, la mía, la nuestra, como un grano en el culo bicentenario que está ahí, molesta, duele según como te pongas y te obliga a decidir siempre de qué lado ponerte.
Quedó como señal de lo que no aprendimos a ser, lo que inauguramos y no dejamos crecer.
Quedó como las cuatro escuelas de Belgrano, que nunca se concretaron.
Quedó como parto que gestó algo nuevo, pero olvidado como horizonte hacia el que andar.
Quedó como pueblo que hoy hace revoluciones y mañana se esconde en el ala paternalista del poderoso (el de afuera, el latifundista, el gran empresario, el sindicalista eterno y político mesiánico).
Quedó como la gran gesta sin héroe que reclama desde los actos escolares, las banderitas y el dolor del pueblo aquello que nos debemos: emanciparnos.
Me fui a la tardecita, sin la gloria ni el honor de constatar si la Silvana después de casi dos décadas continuaba siendo el gallardo símbolo de libertad que encendía la sangre de Adonis en las frías noches de calle Pampa y las veredas a su paso. Comenzaba a helar cuando sonreí fugazmente al imaginarme caminando con dos lágrimas congeladas que me impedían cerrar los párpados.
Más (y mucho más interesantes) relatos basados en Independencias grandes y pequeñas en Lazos y raíces
ETERNO RETORNO
Estas historias son como lanitas sueltas que la nona va ovillando en un bollito y una vez que adquiere volumen, las va desovillando para hacer algo con todas como si fueran una sola cosa. Así son estas narraciones, dichos, frases sueltas, conjeturas patinadas por una memoria tenue que -a veces- toman forma en la mano de quien las intenta reunir.
jueves, 5 de julio de 2018
Quedó en la historia
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Villa Constitución, Santa Fe, Argentina
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Has contado muy bien cómo te sienta a ti la independencia ya sea de un país o de cualquier otra cosa .¿Has pensado alguna vez qué es palabras hubiera sido mejor que no existiera? ello querría decir que todos gozariamos de libertad propia para elegir si unirnos o no a alguien o algo .
ResponderBorrarUn abrazo feliz noche.
Por supuesto que si no existiera sería mejor. Pero así somos los humanos, nos encanta sojuzgar a los demás.
BorrarMientras tanto, es una tarea.
Besos
Muy bueno, incluiste la independencia en grande, en esa fecha. Y la independencia a nivel personal.
ResponderBorrarY por un planteo de uno de tus personajes, que tiene su propia etiqueta.
Bien planteado.
Gracias, hacía un buen tiempo que no citaba a Adonis.
BorrarAbrazo
Ojalá alguna de esas lágrimas heladas nos bloquee a todos la capacidad de cerrar los ojos ante situaciones evidentes, de desviar la vista cuando lo que vemos es insoportable, para así guardar y conservar la independencia mayor, la de nuestro alma. Gracias por participar con un texto tan bien ambientado y profundo. Un beso
ResponderBorrarGracias, Dorotea.
BorrarHermosos deseos (y necesarios)
Besos
Brillante tu relato, cargado de una mezcla de resignación, melancolía e inquebrantable voluntad de mantener intactas las convicciones pese al golpe doloroso de la realidad. Excelente aporte. Un abrazo 😊
ResponderBorrarGracias, es una bola de sentimientos encontrados, pero refleja lo que se me ocurre por la independencia.
BorrarBesos
"Los mates fueron su abrazo y la charla su don"
ResponderBorrar¡Qué bonito, hijo, qué bonito! Tu jueves, un jueves magnífico, pero esa frase.... vale su peso en oro.
Besos
Gracias, muchacha. La independencia es movilizadora para todo el mundo se me ocurre.
BorrarBesos
Perfecto texto lleno de guiños a diferentes independencias
ResponderBorrarEnhorabuena
Un abrazo
Gracias, me alegro que sirva para repensar cosas.
BorrarBesos
Me encanta todo el texto, pero qué poético y bello final, es una preciosidad.
ResponderBorrarMuchos besos.
Gracias, Sak!
BorrarBesos
¡Muy bueno!
ResponderBorrarSi te pones a analizar nuestra historia, se comprende que fuimos siempre un país partido al medio. desde la época de Fernando VII donde unos querían seguir dependiendo de España y otros luchaban por la revolución, hasta Mitre y Sarmiento, el peludo y el pelado, azules y rojos, peronistas y radicales y me olvidé de los unitarios y federales. Cuanta historia partida en dos y me calló otras que todavía duelen en carne viva.
¿Nos mereceremos todo esto?
No sé.
Un abrazo.
mariarosa
No sé si nos merecemos, pero buena parte es la que hemos elegido.
BorrarBesos
Clap Clap Clap! Y me pongo de pie para la ovación!
ResponderBorrarGrande Oso, me llevaste desde los inicios de la Patria a las calles del barrio, de Belgrano a Adonis, de nuestro actual presidente (me siento) al cosmos (me vuelvo a levantar) y de ahí a las Silvanas, a todas las que hay por ahí.
Cómo sirven estas fechas para ver en dónde está uno parado en tiempo y espacio, y qué vamos a hacer con esto que somos, y que nos han dejado, cómo vamos a escribir la historia, la nuestra.
En fin. Me dejó pensando en muchas cosas, A enjugarse las lágrimas
Abrazo de refuerzos ya y vamos los pibes!
Gracias, master, hay tanto por pensar y hacer que no sabemos por dónde empezar.
BorrarAbrazo de vamolopibe!!!
Gran relatista.
ResponderBorrarEnhorabuena.
Gracias, Pitt!!
BorrarBuen análisis de una realidad historica combinada con aspectos personales.
ResponderBorrarUn abrazo, desde Grecia
Gracias, Myriam!
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