ETERNO RETORNO

Estas historias son como lanitas sueltas que la nona va ovillando en un bollito y una vez que adquiere volumen, las va desovillando para hacer algo con todas como si fueran una sola cosa. Así son estas narraciones, dichos, frases sueltas, conjeturas patinadas por una memoria tenue que -a veces- toman forma en la mano de quien las intenta reunir.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Los casos de Leo. Ignacio 1

La canícula cae rigurosa sobre el pueblo. En la parroquia, el conocido cura pacifista Eladio Zalazar Más agita los faldones de la sotana color caqui, oscurecida por sectores en acuosas sobaqueras.
El paisano baja del sulky espantando los perros seguidores con un sombrero reseco hasta la faja de cuero y chorreante debajo. Se lo nota agitado, entre feliz y preocupado, media sonrisa entrecortada por una euforia que no logra disimular.
- ¡Padre Radio! ¡Padre Radio!
- Eladio, hijo.
- No me llamo Eladio, mi nombre es Asunción, padre Radio. Los amigos me dicen Asunto.
- Lo sé, hijo, Asunción de Santa María. Piadoso nombre. Y el de tu esposa es Concepción...
- A eso venía.
- ¿A qué, hijo?
- ¡Uy, me olvidé, padre Radio! ¡Esta cabeza mía..!
- Bueno, será un asunto sin importancia, ¿te doy la bendición?
- Ah, sí, debe ser... Dele, deme, dele.

El cura lo bendijo, el hombre trepó al sulky a los trompicones, no muy convencido y ya sin la euforia inicial. Aun con cierto desconcierto abierto miró el horizonte sin ver y agitó las riendas para que el caballito arranque con un trote lento y cansino.
El padre Eladio chasqueó los labios resignado, como si la escena fuera conocida y la situación no tuviera remedio. Al descuido soltó un diosanto y se dispuso a adentrarse un poco en la sencilla parroquia solicitando el fresco de sus altas paredes. En eso...

¡¡Troco troc, troco troc, troco troc...!!
- ¡Aaaaaaavemariapuríiiisimaaaaa! ¡Huiiiijaaaaa!
- ¡Sin pecado concebida!
- ¡Padre Radio, padre Radio!
- ¡Eladio, por diosanto!
- No me llamo Eladio, mi nombre es Asunción, padre Radio. Los amigos me dicen Asunto.
- Ufff, ya lo sé. Supongo que habrás recordado el motivo de la visita.
- Síiiii, padre Radio. Venía a anotar a mi hijo y pedirle que lo bautice.
- ¡¿Será de Dios?! ¡¿Cómo puede ser que olvides este asunto, Ídem?!
- Queseió, padre Radio. ¿Vio como es eso, que uno se atolondra?
- Veo, hijo, veo...
- ...
- Te quedaste mudo con este asunto, Ídem...
- Es que...
- ¡Es que... ¿qué?!
- Que no me acuerdo qué nombre me dijo mi señora que le ponga...
- Algo te habrá dicho que le pongas, hijo...
- Talco. Me dijo desde la cama: "no te olvides de ponerle talco al bebé...". Pero no creo que quiera que ese sea el nombre...
- Diosanto, claro que no, hijo...
- Claro. Queda medio feo Talco de Santa María, padre.
- No, no, tiene que ser otro nombre. Hacé memoria.

El hombre se compungió de repente. No recordaba el nombre y no podía volverse las tres o cuatro leguas para consultarlo. Lo peor es que Concepción le iba a propinar una catilinaria feroz por este olvido y además iba a sumar sus múltiples distracciones para martirizarlo por la inutilidad del zapallo que portaba como sostén de sombrero. Se daba fuertes palmadas en la sien como tratando de acomodar las cosas, para ver si aparecía el nombre. El cura lo miraba furioso y compadecido a la vez, sus aureolas sobacales ya se conectaban en el pecho y la espalda. Nervioso, se puso a desabotonar la interminable sotana para revolearla en un rincón. Asunto, más nervioso, quiso hacer un chiste para aflojar la tensión.

- Padre Radio, ¡cuántos botones! ¿Todo eso es bragueta? ¡Alamierrrrrrrrrr!
- Mira, querido Asunto, no te rompo el traste a patadas porque hace calor y porque me ve san Roque, que sangra de una pata. Así que más te vale que te acuerdes de ese nombre.
- Ehhh, sí, sí, padre, disculpe. ¡Ah, ahora me acuerdo!
- ¡Bien! Liquidemos este asunto.
- ¿Me va a matar, padre Radio?
- No, hijo, quiero decir que me digas el nombre.
- No, no, lo único que me acuerdo es que está en un rezo.
- ¿En un rezo? ¿Cómo es eso?
- Sí, sí, en un rezo de esos que se dicen cuando uno reza.
- Ah, entiendo... Debe ser Jesús...
- No.
- ¿José..? De san José...
- Nones.
- ¡José María!
- Nopo.
- Mmmm, a ver... a ver...
- No, no. Está en un rezo de esos que siempre se dicen, pero no me sale, padre Radio.
- Se me ocurre una idea. Voy recitando las oraciones más comunes y vos me decís, m'hijo.
- Dele, padre, dele, que yo le digo
- Vamos... "Padre nuestro que estás en los cielos, bla, bla, bla..."
- No, padre, no está ahí.
- Bien, vamos con el Ave María. "Dios te salve, María, llena eres bla, bla bla..."
- No, no, padre, no está ahí.
- A ver el Gloria... "Gloria al Padre bla, bla, bla..."
- No, tampoco, padre Radio.
- Probemos con el Credo. "Creo en Dios Padre todopoderoso bla, bla, bla..."
- ¡Ahitá! ¡Ahitá! ¡Ahitá, padre!
- ¿Cómo? Si no mencioné ningún nombre...
- Síiii, lo dijo...
- ¿Estás loco? Si iba por "...obra y gracia del espíritu santo y nació de santa María virgen, padec..."
- ¿Ve? ¡Ahitá! ¡Ahitá!
- ¿Dónde, diosanto?
- Ese es el nombre... ¡¡Inacio de Santa María!!

continuará

[Afané dos viejos cuentos del gran Luis Landriscina para ponerlos aquí. En realidad porque la idea original del nombre de Ignacio provenía realmente del famoso cuento. El otro es el de Talco Fernández, que metí a presión en el relato.
Cumplo con arrancar la precuela de Ignacio, espero salga decente.]

11 comentarios:

  1. Tremendo. Suelo ir a Youtube a escuchar a don Landriscina, pero este cuento no lo conocía. Esta muy bien armado, el cura y el paisano atolondrado, se ven,los vas imaginando al ir leyendo.

    Saludos.

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    1. Es un verdadero grande, por supuesto adapté los cuentos a mi historia de Ignacio. Pero traté de homenajearlos lo más ajustado posible.
      Besos

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  2. No había imaginado semejante origen pero puede ser.
    No sé si te acordas, pero había planteado la idea de que Ignacio iba a un fonoaudilogo, o algo parecido. Cuando sucedió un caso policial que lo hizo conocer a Leo Damier. Podes robar esa idea, si te sirve.

    Buen comienzo.

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    1. Ja! Estuve mirando los comentarios de la zaga y había algo de eso. Así que en esa línea va la historia!
      Gracias y abrazo!

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  3. El relato comenzó a full con estos dos personajes, me mató el nombre del cura Eladio Zalazar Más, jajaja buenísimo, demás está decirle que me quedé con ganas de seguir leyendo.

    Don Luis tiene varios cuentos de paisanos y curas, realmente es una fuente inagotable de inspiración.

    Le dejo un besoabrazo, que tenga buen finde y quedo a al espera del siguiente capítulo.

    REM

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    1. El cura Eladio ya apareció en otra saga (inconclusa) que era "Historia de Nicolás Elarroz..." de 2011 o por ahí.
      Como necesitaba un cura, eché mano al olvidado este. También me causa gracia el nombre, claro.
      Besos!!

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  4. Muy bueno! Qué grande Landriscina formando parte del nacimiento de Inacio.
    Va muy bien, grandes chistes
    También recordé que había un chiste de Condorito acerca del bautismo de Coné. Le iban a poner Ugenio, y el cura les dijo "con E"

    Abrazo de Poné a Belluschi la lala la lala laa

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    1. Cierto! No recordaba lo de Condorito! Genio!
      Dejalo, si lo pone lo incinera..!!
      Abrazo!!

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  5. Nombres sugeridos para futuras historias.
    Tomás Funes (Podría ser el nombre del Principal)
    Ada Alter. (Podría ser para una mujer no muy equilibrada)

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  6. Como me gustaba Landriscina!! Tendría que volver a escucharlo...

    Lo de talco me gustó mas, inocente y original 😁

    Abrazo 🙋

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  7. Es un cuento que hace sonreír el Alma! Increíble la manera de escribir! Seguidor nuevo Don Oso,ahora Volto un rato donde Neto.

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