Los casos de Leo. Caso VII Escena 1 Papelito

Llueve. Llovió todo el día, toda la semana. El detective Leo Damier y sus ayudantes Ignacio de Santa María e Inés Perta estiraron la salida de la oficina, por un lado para ver si amainaba; por el otro, se estaban devanando los sesos con un intrincado caso entre manos.
- Jefe, dengo una lija errible, zon máz ne las ziete y noz iene a mate lavado. Llame al adete y pídaze una pi...
- ¡Calla, que está Inés! Ya sé: una pizza.
- Jiji, sí, por favor, Leo. Para mí con gaseosa light.
- Si no queda otra...
- Uzned ez agarrado omo puerta e zubmarino, jefe.
- ¡Hola! ¡Hola! ¿Benny? Traete una especial bien cargadita, que esta gente tiene hambre. Y dos gaseosas light. ¡Metele pata!
- ¿A nién llamó, jefe?
- Al delivery de siempre, Benny Volando, la trae al toque.
...
¡Ding dong! ¡Ding dong!
- Buenas tardes, don Leo, aquí está su pizza, bien hot.
- Buenísimo, Benny, pasá que Ignacio te tira la propina.
- ¿Icnazio lo qué, jefe? Do escucho.
- Ah, don Leo, me olvidaba. Una mujer me dejó este papel para usted y se fue corriendo. Claro, se estaba mojando toda....
- A ver, Benny...
- Jefe...
- Uy, se me mojó un poco. Disculpe, don Leo.
- ¿Un poco? ¡Chorrea! Espero que al menos esté legible.
- Jefe...
- Ignacio, qué apuro. ¿Qué pasa?
- Chomp, chomp, crunch...
- E Inez ze eztá neglutiendo toda la pi...
- ¡Basta! ¡A comer que se enfría! El papelito quedará para después. Dale la propina a Benny, así sigue con su trabajo.
- Zí, zí, azí sigue... Na uestión ez e ziempre me abrocha.
- Es que no tengo cambio.
- Caja audomática ne dicen...

En la esquina, Benny se encuentra con la misteriosa mujer y...
- ¿Le diste el papel, Benny?
- Sí, claro. Espero que esto no me meta en ningún lío.
- Quedate tranquilo, no pasa nada, bombón.
- Bueno, págueme que tengo más repartos para hacer y me estoy demorando.
- Tranquilo, bebé, te pago esta noche con este cuerpo, ¿qué te parece?
- ¡Guau! Que no me va a alcanzar lo recaudado para darle el vuelto. ¿Me lleva a su depto?
- Imposible, está mi pareja, que además de celoso es gendarme.
- ¡Glup! ¿Entonces?
- Será en tu casa, Benny.
- ¿En mi casa? No puedo, mi mamá me echa si entro con usted.
- Mmmm, me vas a tener que demostrar tu ingenio, muero de ganas por pagarte y dejarte el vuelto. En las casas de barrio siempre hay una entrada secundaria, un pasillo... Verás el modo, ahora tengo que irme antes de que salga alguien y me vea. Dame tu dirección, te mando un mensaje cuando estoy por llegar.
- Sí, sí... Mi dirección es Palnorte 972, la entrada lateral lleva directamente a mi pieza que está al fondo, la dejo sin llave. Perdón, ¿me dice su nombre?
- Ah, claro. Me llamo Ailín do Benites, con s.
- Por supuesto...

De nuevo en la Oficina de Investigaciones, luego de dar cuenta de la pizza...
- Leo, veamos qué dice el papelito ese, me pone nerviosa. Casi me saca el apetito.
- Ze nota...

- Veamos... al principio no se entiende, después se lee bien "encerradas", "nos hacen trabajar", "por favor, queremos salir de", "no podemos más", "es una tortura". A ver... ¿qué les sugieren estos textos?
- ¿Lez itaron los planez zoziales?
- No, burro.
- Me recuerda a lo que sentía yo cuando mi mamá me mandaba a limpiar la casa...
- No, Inés, ¡no! ¿No se avispan?
- ...
- Es evidente que se trata de un pedido de auxilio de pupilas de un burdel. ¿Qué otra cosa podría ser?
- Claro... ¿y ahora qué hacemos?
- En primer lugar hablaré con Benny Volando, quizás pueda aportar más información.
- Justo pensaba en eso.
- Claro... pero... ¡Ignacio! ¿Te tildaste? Estás con la vista clavada en la pared.
- Uy, jefe, do ez nada, uando nijo murdel ze me acnivaron ziertos reuerdos.
- ¡A ver si se te activan las neuronas, zapallo lascivo! Hagan silencio que llamo.
...
- No hay caso, no atiende.
- Zeguro e anda nrepartiendo pi...
- ¡Silencio! ¡Llama! Hola, ¿Benny? ¿Cómo que estás ocupado? ¿Que te estás comiendo qué cosa? Está bien, no hables, esto es urgente, te pido nada más que escuches. Resulta que el papelito que me diste bla, bla, bla, bla...
- Che, Inez...
- Sí, Ignacio...
- Mareze e el jefe ze enduziasmó con el murdel.
- ¿Vos decís que anda carente de mimos?
- Tramajo ara Kevin Chita, ne iene unaz ganaz...
- No seas malo, se pone tan lindo cuando se muestra indefenso...
- Cof, cof, ¿se puede saber qué chismorrean por lo bajo?
- Nada, jefe, nel cazo e ezdábamoz miendo nonde pareze eztar inmolucrado eze tipo medio mafiozo.
- Milton Gos, el administrador del colegio de Luján, parece que es realmente un tipo muy astuto, no se le ha podido probar nada.
- ¿Qué hacemos ahora, Leo?
- Vayan a descansar. Espero algún dato más de Benny y yo también haré lo mismo.
- Ojo, jefe, on andar mor ahí haziendo osas nraras on ezoz gatos e anda reabando datoz.
- La boca se te haga a un lado.
- Ji, ji, ji, no puedo imaginarlo.
- ¡Váyanse de una vez, mentecatos! ¡Hasta mañana!

Continuará