Continúa de Los casos de Leo. Caso IV Escena 1 Sordo.
Si pensás leer esta entrada, te conviene leer la anterior. Digo, de pronto, me parece...
- ¡Inés! ¡Ayyyyy! ¡Holaa!
- ¡Hola, Leo!
- ¡Si vas a hablar conmigo dejá de leer!
- Pero no leo...
- ¡No me contradigas, que me duelen las nalgas!
- Bueno, son elecciones...
- ¡Pero qué elecciones ni ocho cuartos! ¡Me mordieron los perros de la psicóloga!
- Pero...
- Nada de nada. No hay tiempo que perder, quiero que sigas estas instrucciones al pie de la letra y ¡ya!: te producís bien guerrera, bah, como siempre... Te vas hasta hasta el edificio Le Garc, donde vive Eloy do Ceroso, el sordo mafioso ese. Antes te hacés llevar por el agente Kevin Chita a armería con la orden que dejé firmada, allí te van a entregar un arma, que vas a llevar en la cartera. No te olvides de pasar por la oficina del Principal a llevarle una docena de facturas dado que hoy está de paro el personal tercerizado de servicio, por supuesto lo hacés a la velocidad del rayo. En quince minutos no más te quiero en la puerta de Le Garc como encuestadora de Alca&Cía, con tus credenciales falsas y la encuesta que te encargué ayer, las que vas a retirar en el sector Documentación. ¿Entendido?
- Ehhh... guerrera, edificio, antes armería, Prin... y después... ah, sí... ¡Claro, clarísimo, Leo!
Al rato, bajo la sombra de la Torre Le Garc...
- ¡Rajá de acá, gato griego pintado a brocha!
- Uy, me excedí en el maquillaje, parece...
- El señor do Ceroso no cita acompañantes por la mañana, andate o me veré obligado a...
- ¿Obligado a qué?
- A invitarte a salir esta noche, cosita linda.
- Mmm, podría ser, masa musculosa prometedora... ¡vemos..! Pero ahora tengo que hacer, soy representante de la prestigiosa encuestadora de negocios Alca&Cía y tengo una cita con el señor Eloy do Ceroso. Alca&Cía ha elegido a "Bajolamesa Importaciones" como modelo de liderazgo empresarial.
- Uy, disculpá, ya te hago entrar, pero después a la salida arreglamos... ¿Sí?
- ¡Vemos..!
El patovica indicó el camino a Inés mientras pulsaba unas teclas en una especie de control remoto. Mientras caminaba se iban abriendo algunas puertas y cerrando otras a su paso. Tomó el ascensor, que por suerte era espejado y decidió emprolijar su atuendo.
- Mmmm, me parece que vine demasiado osada... y bueno, si no le gusta, que se curta. Oh, se me corrió un poco la pintura...
¡Tlin, trilirín ♫! ¡Tlin, trilirín ♫!
- Buenos días, qué sorpresa a esta hora...
- Pero...
- ¡¡Jefeeee!! ¡Jefe, vino la griega, esta vez le salieron bien las cirugías y quedó más linda!
- ¡Pero qué griega ni griega..! Mi nombre es Dolores Mone, pero me dicen Loli, vengo por la encuesta de Alca&Cía.
- ¿Loli Mone? Armonioso nombre, de sencilla verificación. Soy Luis Obolsa, asistente del señor do Ceroso. Venga que la presento al jefe. Lo llamé, pero es un poco sordo, ¿vio?
- Pero qué garotinha más bonita. Déjanos solitos, Luis...
- ¿Está seguro, jefe?
- Qué canguro ni canguro, vete. Tenemos cosas que hablar y que hacer con esta preciosa boneca.
- ¿Podemos empezar con la encuesta, señor Eloy?
- Claro, ¿qué apostamos?
- ¡Encuesta! ¡En-cues-ta!
- Ah, sí, claro...
- Le sugiero que en ese caso deje de mirar fijamente mi escote y preste atención a la encuesta.
- ¿Me puede repetir la pregunta..?
- Uf... Será una larga encuesta...
- ¿No es demasiado rápido preguntarme si ya me cuesta..?
- No, no, en-cues-ta.
- Ah...
- ¿Nombre?
- Sí, soy hombre y bien potente. Cuando terminemos te lo demuestro...
- ¡Nom-bre!
- Ah, Eloy do Ceroso.
- ¡¿Nació en..?!
- Pelotas.
- No se haga el gracioso... ¡Estoy trabajando!
- Pelotas es una ciudad de Rio Grande do Sul, más de trescientos mil habitantes, pechuguita...
- ¡Grap!
- ¿Fecha de nacimiento?
- Míreme acá en el cuello, tal vez tenga grabada la fecha de vencimiento... ¡¿Qué clase de pregunta es esa?!
- Dije de nacimiento, señor.
- Sí, soy amigo de Pelé.
- Ufff, prosigamos...
- Su empresa, Bajolamesa Importaciones, es una de las más rentables del rubro. ¿Eso es debido a..?
- Es debido a De Vido.
- ¡¿Otra vez no escuchó?!
- Sí, sí, es un show.
- Grrrr, bien... ¿principales activos?
- Sí, claro, principalmente... Bueno, a veces pasivo.
- ¿Socios formales?
- Mis ratos de ocio son bastante informales. De hecho, esta noche espero a un par de modelitos en ascenso. Pero si você prefiere quedarse, anularé cualquier compromiso y...
- ¡So-cios for-ma-les!
- Ah, vocalice bien meu pequeña...
Mientras tanto, Leo...
- Ignacio, creo que en el apuro metimos a Inés en la boca del lobo.
- Metió, jefe.
- Es lo mismo.
- Ez lo mizmo que endregarla... en lugar de aconzejarla zobre is irtudez omo amante y...
- ¡Cállate, que no me dejas pensar! Hagamos lo siguiente: yo iré a hablar con el Principal, que debe estar manducando las facturas que le llevó Inés. Tú vas con mucho disimulo a merodear la Torre Le Garc hasta que se nos ocurra cómo proseguir.
En la oficina del Principal...
- ¿Puede creer, detective Damier, que la novata a su cargo en lugar de traerme las facturas que encargué me dejó una bolsa de papel con una nueve milímetros?
- Eh, ah, ejem, no entiendo cómo puso suceder eso...
En la torre Le Garc...
- Pasa a esta sala más íntima, menina, qué encuesta más interesante ha preparado Alca&Cía para mi empresa... Un poco incisiva, pero interesante. ¿Sabes? A los grandes empresarios nos encanta correr riesgos, es adrenalina... Cuando uno llega a cierta madurez el poder y sus vericuetos son más interesantes que el sexo y el dinero.
- Bueno, creo que debo irme, señor do Ceroso.
- ¿Desvestirse? Todavía no... Pase entonces al comedor, no admito que nadie se retire de mi piso sin degustar las delicias de la mejor cocina que hay en Pelotas, casualmente. He traído aquí al mejor chef de mi ciudad.
- ¡Dije que de-bo ir-me! ¡No desvestirme!
- Impossível, de esta torre la gente se retira cuando yo lo decido.
Inés, asustada, mete la mano en su bolso y...
- Me obliga a... ¡Pero, ¿qué pasó?! Mi ar...
- Ah, muy bien, Loli, no has querido venir con las manos vacías y trajiste las facturas. Aquí no se toma mate, pero bueno, prepararemos un cafecito. Mientras, mi asistente Luis subirá la calefacción, si te vas a desvestir no quiero que tomes frío...
Merodeando la torre...
- Hay un atovica en la uerta. Y iene un condrol nemoto, zeguro ara activar las uertas edectrónicas... Enzá, Icnazio, enzá... Ango ze e iene que ohurrir... ¡Ya lo engo!
...
Ignacio toma una decisión y encara al patovica de la puerta...
- ¡Zeñor, zeñor! Ezto ez udgente, ¡zu jefe orre peligro!
Continuará...
Que vocación de Ines Perta de compartarse como Saly The Sleuth. Aclaro que se trata de un comic muy precario, anterior a los superheroes. La protagonista era una detective policial que siempre era atrapada por los sospechosos que quería atrapar, perdiendo la integridad de la ropa. Y siendo salvada por su jefe a último momento.
ResponderBorrar¿Será Leo o será Ignacio quien vaya al rescate?
Puede suceder que ante la resistencia de Ines, este le diga: Mire, no lo permito a ninguna mujer esa actitud negativa, porque soy capaz de tal cosa..., como lo hice aquella vez....
Antes la amenaza de saberse descubierto, puede haber un microfono oculto, puede revelar lo que sabe, como un trato.
Estuve buscando la heroína que decís y la verdad parece una vocación. Voy a tener que darle un giro al personaje para no encajarla siempre en el modelo.
BorrarGracias por las ideas. Abrazo
¡Se va poniendo bueno el asunto!
ResponderBorrarMe gustaron los nombres propios, tuve que interrumpir en varias partes el relato porque me entraba la risa. Qué bien te sale este estilo de humor, me hace acordar a lo que escribía Osvaldo Soriano, otro hincha de nuestro glorioso San Lorenzo de Almagro.
No se cómo quiero que siga este relato, prefiero que me sorprendas... eso si, me gusta que no fuerces la escena del llamado telefónico del Principal sólo porque la barra brava te lo pide. Que se haga esperar nomás.
Ah, este caso de las torres Le Garc se va relacionando cada vez más a la realidad política de nuestros días, con fiscales con nombres de superhéroes que fácilmente se convierten en villanos
Abrazo
Me gustan mucho los juegos de palabras. Especialmente si son medio pavos -porque me hacen reír- y también los superrebuscados, esos que tenés que buscarle la vuelta para encontrarle el sentido.
BorrarLos nombres los invento, pero ya me está costando bastante, dado que quiero que todo el nombre componga el juego y no la última sílaba solamente. Incluso para algunos relatos "serios", como Historia de Nicolás Elarroz (que me quedó inclonclusa) me tomé el trabajo. A veces se me ocurre un nombre cuando estoy laburando o en otro ámbito y no lo anoto. Como consecuencia la más de las veces lo pierdo.
Respecto de los pedidos, lo hago no tanto por conceder, sino porque me produce un desafío extra ver si lo puedo lograr medianamente.
Y con las torres me sumo al reality político actual.
Abrazo!
Me encantó Inés con el sordo, la encuesta es genial jajaja. Ud. es un grosso amigo mío, realmente me divierte mucho esta historia, espero que lleguen pronto los refuerzos para la novata, es lo menos que pueden hacer Damier y su ayudante después de mandarla al frente con el mafioso.
ResponderBorrarUn abrazobeso estimado Oso.
REM
Se me ocurre que las facturas que lleva Ines Perta por error podrían estar en mal estado, tal vez porque está de paro el responsable de hacer las facturas en la panadería, cayendo en inutil. Tal vez Ines Perta rechazó a alguien y quiere envenenar con las facturas, a la que parece ser afecta.
ResponderBorrarSi te parece demasiada casualidad, ta vez Ines Perta pueda tener un producto químico para el pelo, denunciado por peligroso. Hubieron denuncias sobre un producto para alisar el pelo, algo que no es de mi conocimientos. Podría ser una virtual arma química de defensa.