Podrido de la crisis

 Si algo faltaba a la actualidad regional, era que el Licenciado Emilio Notuyo destine su columna en el semanario La Corneta a escribir sobre la crisis. Antes de enfrentar a los selectos lectores de este blog con el texto de marras -dado que no gozarán del privilegio de contar con la edición en papel, ya que los quinientos ejemplares editados pronto se utilizarán en la verdulería del barrio para envolver mediadocenas de huevos, los que no serán consumidos en intentos de fuego para el asado dominguero- les haremos saber que la columna, que no es columna en esta edición, ocupa el fondo de la página 22, debajo de la foto de espaldas de la voluptuosa modelo Lucía Forte malcubierta por tiras menores y al lado de varios sudokus.

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DOXA. Columna de opinión del Licenciado Emilio Notuyo
PODRIDO DE LA CRISIS
Nací hace unas décadas. Desde que las palabras que inteligía dejaron de ser solamente sustantivos comunes, cualidades o acciones -como decía mi maestra- y algunos conceptos más abstractos comenzaron a entrar por mis oídos, hubo uno que se hizo un lugar por lo potente de su dicción y por lo más potente de su repetición: crisis.
Permítaseme no referirme al origen del término, para no cansar al lector.
Al cabo, en todo este tiempo me convencí de algo: vivimos en crisis.
No hubo período donde no se hablara de crisis. Crisis políticas, crisis económicas... Me gustaría que me nombren un período de sus vidas en que no hayan escuchado que estamos en crisis. Crisis existenciales, ni hablar. Crisis de... (misiles, guerras de petróleo, ataques terroristas, desocupación...).
Me tienen podrido con la crisis, pero ella no tiene la culpa. Pobre crisis.

Como mi costumbre no es escurrirle el bulto a las aserciones, ensayaré un par de hipótesis -que pongo a consideración del bienintencionado lector- relativas a esta sobreabundancia de crisis.

- La crisis es actual. El estado de crisis es propio del presente, cómo no lo sería, desde que uno vive en el presente obligado a tomar decisiones a cada minuto. Y estas decisiones tienen componentes que comprometen lo más preciado de la vida. Incluso, salir a la calle en la ciudad actual, por nimio ejemplo, para pasear, para cruzarla, para hacer mandados, conlleva una decisión crítica: se pone en juego la vida. Salir a la calle en el campo, es salir al sol y a la brisa; el riesgo de que a uno lo atropelle un tractor a toda velocidad o lo picotee salvajemente una gallina atolondrada es muchísimo menor. Lo mismo habrá sucedido hasta en la Buenos Aires colonial, donde el mayor riesgo en las calles consistía en que sin decir "agua va" una sirvienta muda revolee las deposiciones nocturnas por la ventana con toda la suerte de estar uno pasando por allí.
- La crisis no es actual. Basta leer algunos documentos históricos (como la preciosura que trae CensuraSigloXXI) para comprobar que, con este término u otro, hubo momentos o períodos de crisis evaluados como tales.

Mi conclusión pasa por aquí: me tienen podrido con la crisis. La usan los gobiernos para tomar medidas de ajuste o medidas -sobre todo económicas- que beneficiarán a unos pocos privilegiados en desmedro del pueblo. ¿O alguna vez un gobierno acusó a la crisis al momento quitarle beneficios a los poderosos y distribuirlos en el pueblo? La usan los grandes empresarios para aumentar los precios o dejar sin trabajo a algún que otro empleado. ¿O alguna vez un gran empresario acusó a la crisis cuando tomó obreros? La usan los poderosos del mundo, entiéndase yanquis, otan, etc. para imponer su política, su economía, su colonialismo. ¿O alguna vez..? La usan los medios para convencer a la multitud de que siempre se está al borde del abismo, lo sabemos, revuelven el río para pescar prebendas y privilegios. ¿O alguna vez..? La usan los amantes que ya no lo son para despegarse de una relación. ¿O alguna vez..? La usan los intendentes para hacer la plancha y tener las cuentas más o menos redondas... ¿O alguna vez..?
Culpable de casi todo, la crisis está ahí. Esperando que el tiempo, si se tiene a sí mismo, la evalúe y la bautice como tal, si es que existió.

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La columna del licenciado es, como siempre, intrincadamente terminorrágica. Nos deposita en un estado diferente al anterior a leerla. Los lectores sacarán sus conclusiones. Algunos enviarán una carta al correo de lectores, aun cuando la dirección de la editorial coincide con la un supermercado chino. Otros enviarán un mail, solamente para recibir una caterva de virus como respuesta.

Este cronista rescata la columna del licenciado Notuyo solamente a los efectos de participar por boca de otro de la convocatoria juevera de blogs cuyo tema central es la crisis en http://desgranandomomentos.blogspot.com.ar/