[continúa de Los casos de Leo. Caso III Escena 1 Rubia]
Leo Damier y su nueva ayudante, la bella Inés Perta, se desplazan a toda velocidad con el Peugeot 505 modelo 94 zigzagueando por una ruta atestada.
- Leo... ¿Vas a agarrar todos los pozos y saltos? No puedo arreglarme las uñas con los viandazos que pega...
- ¡Ay, ay, qué muchacha! ¿Cuándo vas a viajar otra vez en una nave como esta? Quedan pocas en este estado.
- Por suerte...
- ¿Cómo es eso de "por suerte"?
- ... por suerte tengo al día las antitetánicas, de lo contrario ni subía a esta cosa. ¿Tiene airbags?
- ¡Dos! ¡De los buenos!
- ¿...?
- Mejor cambiemos de tema. El Principal debe estar loco, enviarnos a San Bernardo para encontrar un cadáver antes del anochecer no tiene sentido. Los datos que nos dio son escasos, pero San Bernardo debe tener menos de diez mil habitantes.
- Deberíamos tener en cuenta que...
- Un difunto. Decapitado. En la cercanía de la casa de armas del terrateniente Alan Brando, que supo adueñarse de miles de hectáreas de tierras al oeste y negociar con políticos de turno la cesión una vez que cercó los espacios. No será difícil, aunque la policía no cercó el lugar revisaremos solamente un radio de quinientos metros. Una papa.
- Sin embargo me parece que no debemos obviar...
- Nos podrá llevar media hora, no más. Después damos un paseo y...
- Bueno, por suerte me vine preparada, es un día caluroso.
- ¿Preparada para qué?, ¿tener en cuenta qué?, ¿no podemos obviar qué?
- Que es semana santa y las playa estará atestada de turistas. Iba a preguntar dónde queda la mansión de Alan Brando, pero no me diste lugar.
- ¡Grap! ¿La... mansión? Mmmm, al borde de la playa, donde comienza la arena.
- O sea que debemos buscar antes del atardecer un difunto en medio de miles y miles de turistas.
- Ufff, ¿y para qué viniste preparada?
- Obvio, para tomar sol si queda tiempo. Mirá, vengo con la tanga puesta...
- ¡Aaaapaaaaaa!
- ¡Cuidado con la estación de peaje!
¡Screeech! ¡Pumba! ¡Fffffff!
- ¡Maldición! ¡Mirá cómo quedó mi preciosa nave! ¡Buaaaaaaa! ¡¿dónde voy a conseguir otra asíii..?!
- En algún museo, supongo...
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Leo presentó sus credenciales a la vigilancia del peaje, quienes a regañadientes los dejaron continuar viaje, sin auto, claro... - ¿Qué haremos ahora para llegar a tiempo? Estamos a pocos kilómetros, pero el tiempo vuela.
- Hacemos dedo. Supongo que alguien se apiadará de nosotros. Dale, animate.
- No seas ridícula, ¿quién sería capaz de parar y llevarnos..? Además...
¡Screechhh!
- ¿Vas para San Bernardo, diosa?
- Ejem... Vamos...
- Le pregunté a Gatúbela, no a Gaturro. Por cierto, mi Alfa Romeo descapotable solamente tiene dos asientos. Adiós, me llevo tu sobrina.
- ¿Sobrina? ¡La reput..!
- No te preocupes, Leo, nos vemos en San Bernardo. ¡¡Esto es un jet!! ¡Chauuuu!
¡¡¡Roaaarrrrrrrrr!!!
- Cha... chau... A patear hasta la playa... ¡No pego una! ¡Y yo que me quejaba de Ignacio!
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En el Alfa Romeo... - ¿Quién es el tipo ese? ¿Tu papá?
- No, es el det... ejem... un compañero de trabajo...
- ¿Det..?, ¿det, qué?
- Ejem... cof, cof, el DT del equipo de vóley
- Ah... ¿Y qué vas a hacer en San Bernardo? ¿Vóley playero?
- Ehh, sí, sí... eso, eso...
- Bueno, cuando te desocupes te espero en la mansión de pa...
- ¡Guauuu! ¡Mansión..! ¡Glup! ¿Mansión..?
- Sí, la mansión de pa. Mi pa se llama Alan Brando...
- A... lan... Br... (¡uyyyy, dónde me metí!)
- Sí, seguro lo conocés, yo soy su bebé, Cali Brando Réditos, para lo que gustes... Llegamos. Esta es la mansión, te dejo en el portal que da a la playa. Acordate, después de jugar te espero. Hacemos unos drinks under de moon, bombona.
- Llegamos, dejame acá, después nos vemos, tal vez...
- ¿Qué pasa que no te bajás? ¿No estabas apurada?
- "Péiname despacio que estoy apurado", dijo el Rey León, o algo así... Sin peinarme no me hago ver ni por mi perro...
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Veinte minutos después, entrando a la playa.- ¡Por las arrugas de Mirtha Legrand! ¡Esto está lleno de gente! Todos tomando sol en la playa, tapados en arena, grandes sombreros, la mayoría parecen muertos o dormidos al sol. ¡Hay miles! ¿cómo podría identificar un cadáver, por más decapitado que esté, en pocos minutos? Con un asesino, tal vez rondando por ahí... Encima Leo no llega. ¿Lo espero o no lo espero?
Lo peor de todo es que estoy tan blanca que me da vergüenza. Lo mejor va a ser que me ponga a tomar sol como una más y mirar el entorno como el padre Brown, si tengo suerte...
Ma sí, me saco la ropita y...
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Mientras tanto, en la ruta...- ¿Será posible, la reputísima..? ¡Inés arranca a hacer dedo y hacen cola como en el Automac, a mí me dejan a pata..! Le llega a pasar algo a la novata y me cuelgan entre el Principal y Francisco Gerlo, el senador que le hizo gamba a la sobrinita para cumplirle el capricho de ser investigadora.
Además, ese Alan Brando y su mansión me suenan a mafia. Y como frutilla un decapitado sobre el que nadie dice nada, solamente hay que encontrarlo sin hacer olas...
No llego más a San Bernardo. ¡¿Qué más me puede pasar?!
¡Screeeechhh!
- ¡Ayúdenos, señor! ¡Por favor!
- Lo sabía, no hay situación tan mala que no pueda empeorar...
Creo que vas a necesitar dos capitulos más, por lo menos. Ya que casi no se planteó el misterio.
ResponderBorrarCreo que lo sigue podría ser que a Leo le pidan ayuda porque el conductor tiene muy alto el nivel de alcohol y necesitan un sustituto.
Casualmente, van para San Bernardo, así que Leo consigue un transporte.
Tal vez Ines Perta no corra riesgo por ahora. Leo puede llegar a recorrer la zona junto con ella. No estaría mal, si no es prolongar la historia, una falsa alarma. Que alguien espiando a la rubia sea el ayudante torpe.
Podría pasar que el primer día tengan una falsa pista. Y entonces, a la noche, Ines Perta tiene una idea repentina. Se va a investigar sin pedir refuerzos y pasa lo que te comenté en el posteo anterior.
Una catarata de ideas! Por lo pronto, creo que será oportuno lo de los dos capìtulos. Ya me veía apretado en resolver todo en el tercero.
ResponderBorrarTengo como la idea general, pero se me dificulta el entretanto, así que no vendrá mal echar mano a algunas ideas.
Además tengo que intentar retomar aunque sea en parte la vida bloguera.
Abrazo
Pues a mí particularmente no me importaría que consiguieses unos pocos capítulos más, yo disfruto con tus textos y se me hacen cortos a rabiar...
ResponderBorrarPsicológicamente son personajes muy bien descritos, ya te dije, eres mi héroe policiaco!!!
Un abrazo y tu cafelito, amigo Oso.
Uffff, veremos, querida Censu. Supongo que algo saldrá de este entuerto.
BorrarBesos
Cierto. Podría empeorar:
ResponderBorrarSería terrible que Inés estuviera mezclada ahí a propósito y no por un simple capricho de ella, sino porque su tío el Senador Francisco Gerlo hubiera participado directa o indirectamente en el crimen, y para distraer y cerciorarse de que Leo no llegue a buen puerto con las pistas, le mandó a la rubiecita.
Besos.
No está mal esta idea. Sólo que Ines Perta no lo sabría e ingenuamente prentendería resolver el caso. Y ahí podría suceder lo que te sugiero en sucesivos comentarios.
BorrarTambién el senador podría querer estafarlos y los complices podrían queren vengazarse con la joven e "ines perta" pero honesta investigadora.
Pero sería rescatada por Leo, luego de descubrir la verdad.
Gracias, ambos dos! Paso poco por la pc y el blog en estos días. Pero como siempre, ya se me generarán los huecos necesarios.Las ideas están buenísimas, espero redondear algo decente!
BorrarAbrazos!
... y la Ley de Murphy parece que apareció por aquí, habrá que esperar de que se trata. En cuánto a Inés no creo que corra ningún peligro excepto que se duerma tomando sol jaja , además dada su "suerte" no seria raro que se tropezara con el cadáver. En fin hay varios caminos posibles en esta historia que recién comienza.
ResponderBorrarAbrazos estimado Oso
REM
No podía faltar la Ley de Murphy en un espacio de lugares comunes como este juego de pequeñas sagas.
BorrarAlgo de eso puede suceder, con toda probabilidad.
Besos
Se divierten, por lo menos Inés y tus comentaristas y sinceramente, yo sonrío leyendolos, logras que se involucren y eso es importante, en algunas ocasiones en un blog anterior, ponía alguna imagen o el inicio de un texto y me encantaba como cada uno de los que comentaban creaba una historia en esencia parecida y a la vez tan distinta, es muy agradable recordarlo en tu espacio.
ResponderBorrarUn beso, Oso.
¡Por las arrugas de Mirtha Legrand, están muy buenos estos casos! El choque de Damier me hizo acordar a este tema de Zambayonny https://www.youtube.com/watch?v=TolkozbTjcs
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