ETERNO RETORNO

Estas historias son como lanitas sueltas que la nona va ovillando en un bollito y una vez que adquiere volumen, las va desovillando para hacer algo con todas como si fueran una sola cosa. Así son estas narraciones, dichos, frases sueltas, conjeturas patinadas por una memoria tenue que -a veces- toman forma en la mano de quien las intenta reunir.

sábado, 4 de enero de 2014

Pena y condena


El inestimable Licenciado Emilio Notuyo, escritodor vernáculo, nos solaza con un texto óptimo para la ligera lectura veraniega. A sabiendas de que el semanario local La Corneta reposa en la cercanía de variados retretes, acierta en regalarnos un texto destinado a alivianar forzosos acontecimientos. Esta vez su agudo opúsculo sustituye un espacio clásico del semanario -la consabida sopa de letras- con una breve obra llamada Pena y condena. Concédaseme ventilar una curiosidad: el creador de crucigramas y sopas de letras de La Corneta -Leonel Ñoba- coincide en nombre y DNI con el cronista policial y obituarista; dada esta situación, durante enero, y vacaciones mediante, en la ciudad no hay difuntos ni hechos violentos. Llama la atención, eso sí, que tampoco aparezcan en este período los horóscopos zodiacales y chinos de la astróloga Estrella Danunchoke. Voces maledicentes colegirán que se trata de un seudónino más de Ñoba, intuyendo y divulgando un rastrero modo de abaratar costos de la editorial.

Pero no son estas disquisiciones de vecinas barreveredas lo que nos convoca hoy, sino traer a presencia de nuestros lectores otro único texto del Lic. Emilio Notuyo, que raya en lo sacrílego y no por ello menos desenterrador de verdades acerca del cancionero popular en nuestro rico idioma. Ajeno a las veleidades de la crítica exegética, semiótica y/o hermenéutica, dado el desconocimiento de estos términos por el impulsivo escritor, ha enristrado como lanza la insolencia para destripar a autores intocables y de los otros. Va:

Doxa. Columna de opinión del Licenciado Emilio Notuyo.
PENA Y CONDENA
Todos sabemos, entrañable lector, que estos vocablos nos remiten a una idea ineludible: el sufrimiento humano. Por ello, en algún punto se tocan y entrelazan y hasta sinonimizan. Difícil será no haber escuchado frases como las que siguen: fue condenado a muerte o le dieron pena de muerte. Lamentablemente esto no sucede con los letristas de canciones, pero reservo mis mejores armas -las evidencias- para dos párrafos posteriores.
Ahondando ahora en el uso coloquial -nótese que no abrevo en el sencillo y procaz recurso del diccionario ni a calificados autores- uno percibe cierta divergencia cuando entiende que la pena tiene un cariz más subjetivo, se asocia más a la percepción de quien sufre, a un estado del espíritu. En cambio, la condena parece tener un carácter más externo, objetivo, asociado al tiempo en que se desarrolla este sufrimiento. Por supuesto, esto no es definitivo, sino un bosquejo de tesis que arrojo a los carroñeros que hacen de cualquier sospecha un libro. Tengo por ejemplo a los periodistas que escriben libros sobre la vida de presidentes o diputados. O los oportunistas piratas que embolsillaron algunos doblones escribiendo en dos semanas la vida completa de más de setenta años del quien fuera obispo de Buenos Aires. Menudo poder de lectura, interpretación y síntesis, evidiémosles.
Pero vamos al grano a sabiendas de que así como el tiempo es oro en tv y radio, el espacio lo es para un medio gráfico cualificado como La Corneta.

Rosa, Rosa tan maravillosa como blanca diosa, como flor hermosa, tu amor me condena a la dulce pena de sufrir, tremolaba Sandro al borde del orgasmo interpretativo. Evitando el sencillo argumento que reza que en aquellos años el nombre Rosa era bastante común en las cuarentonas y bien podría tratarse de una arjónica composición, abrimos este muestrario de penas y condenas entre otras atrocidades llamadas musicales.

- Solo voy con mi pena; sola va mi condena, nos chicharrea Manu Chao en su inolvidable Clandestino. Quien lo oye, se rinde por un lado ante mi tesis (la pena es mía, la condena va, afuera) y por otro no deja de implorar la bienhadada presencia de Espronceda para poner las cosas en su lugar.

- El gran León Gieco no nos defraudará esta vez. El agudo compositor nos regala: Si pudiera tener las llaves de estas cadenas, si pudiera librar el alma de esta condena no habría mas penas, no habría dolor no habría motivos para quedarme, en Si lo tuviera todo. Leyendo esto, lo de agudo compositor queda reducido a la costumbre del rosquinense de acentuar la última sílaba. (De como piensá la gente... Busquenmé donde se esconde el sol... La mamá de Jimmy es una inglesa que critica esta tierrá...)

- El primer premio se lo lleva Andrés Calamaro que lo ha llevado a leitmotiv de varias de sus canciones. Una muestra gratis, para descreídos. En Paloma: sin gloria pero sin pena no cometas el crimen, varón si no vas a cumplir la condena. En Por mirarte: me preocupa sufrir esta condena
y la pena que dejaste al partir
. En Hop de la realidad: fue visto y no visto, lo previsto, escucho el ruido de rotas cadenas perpetuas de pena, condena de la buena, ojalá pueda decir algún día eso, evidentemente tomado de Baudelaire...
El Salmón no ahorra rimas, se anota también en el tema Dramas Gratis, con Pablo Lescano: Vamos a ahogar las penas, no merecemos condena. Cadenas que no se rompen por un amor, un amor. El mundo está lleno de penas. Andrés nos recuerda a Borges, quien ha hecho glorias con el recurso de la repetición temática en varias de sus obras y también en cierta ceguera.

- Si Andresito es capaz de estas cabralísticas alturas poéticas, su hermanito Javier no desentona en Quitapenas: Quiero arrancarme este dolor, necesito un quitapenas. Quiero arrancarme este dolor, para sacarme esta condena.

- Pasando al género de la poética ehvieja, econtramos un tema de La Liga, llamado Mi condena, que anticipa la temática: En el lecho de esta soledad quiero yo matar la pena y cumplir con mi condena.

- La poética musical juvenil -escrita por una señora sesentona- no va en zaga. En Aliados se escuchó el tema Amor mío: Amor mío, dónde escondo esta gran pena. Esta herida duele tanto que condena. Sublime. También Adolescentes de los cacofónicos Kiko y Shara: Es una pena sufrir la condena con esta distancia y quererte.

- No olvidemos Pupilas lejanas, de Los pericos: Sé que ya de todo se ha dicho, que mi andar ya no es igual, que mis penas son tu condena que mis ojos son la frialdad.

- Anotemos a Todos pasan por mi rancho, del Cuarteto de Nos: Ay, que pena, ver la indiferencia ajena ignorando mi tesoro. Ay, que pena, nadie entiende esta condena de estar solo.

- Poeta consumado de este tiempo, Fito Páez echó mano al jueguito muletillesco de marras en La posibilidad suprema: Suprema condena, la sangre, los huesos, la pena, bienvenido aquí a la posibilidad suprema. Arde T. S. Eliot.

- La Bersuit no ha sido menos en Inundación: Hijo no te inundes, sos el último en la cola. Dejamos pasar el tiempo que nos condena. Que pena.

- El melífluo Alejandro lerner, en No te aguanto más, porpone la siguiente línea: No te aguanto más, ya no vale la pena, no te aguanto más. Ya no vale la pena, que termine esta condena. Por esta poesía carecemos de Alfonsina, seguramente.

- La abominación llega en Para que te vayas, de la mano de Cristian Castro: Quítate el disfraz de niña buena porque no vale la pena que te lleve de condena. Se comenta que Miguel Hernández clama venganza. En la misma línea en el tema Mi corazoncito, los Stones centroamericanos, Aventura, proclaman: yo soy el poeta de mil penas y tu eres mi condena.


- Uno puede pensar que estos crímenes se cometen en el ámbito de la música liviana, para jóvenes o amas de casa necesitadas de redención, pero en el folclore hay casos, menos, aunque en el chamamé Mi adoración se necesitaron tres autores (Vallejos, Verón, palacios) para desgranar: Princesa mía de ojazos negros, por tí no tengo cómo vivir, sufro de noche como condena y la honda pena me hace sufrir. Atahualpa Yupanqui contrató sicaros, se dice.

- Dejo para el final algunas muestras de tangos emblemáticos: solamente dos por razones de espacio.
Uno, el ya clásico de fin de siglo Garganta con arena, de Facho Castaña: Canta garganta con arena, tu voz tiene la pena que Malena no cantó. Canta, que Juárez te condena al lastimar tu pena con su blanco bandoneón.



El otro, a mi criterio el origen de todos los males, el pecado original -cometido en 1956- el inmortal La última curda, con letra de Cátulo Castillo: Contame tu condena, decime tu fracaso, ¿no ves la pena que me ha herido? A partir de los versos de este tango que abren en canal las emociones se abrieron seguramente las fuentes de la necesidad imperiosa de nuestros grandes letristas de la lengua castellana en asociar pena y condena, vocablos que se prestan con pasmosa facilidad a la rima o al menos a la frase sonora.

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El artículo llega a su fin un poco subrepticiamente, sin dudas por el acotado espacio otorgado por la faltante sopa de letras. Otra vez Notuyo nos ha dejado con esa sensación de que no todo se ha dicho, por suerte. Otra vez nos surgen inquietudes que no se resuelven en el restringido tiempo y espacio en que uno se dispone a exonerar su interior. Eso sí, es una pena que La Corneta venga ahora impreso en papel satinado, lo que nos condena a buscar otros medios para lograr finalizar con éxito el propósito para el cual tomamos asiento.

14 comentarios:

  1. El folklore tiene letras condenables como La vida me han prestado y tengo que devolverla, el colmo de darse por vencido. o como Que tiempo feliz el de la niñez, me pregunto porque pasara. Eso, volvé a tu niñez y dejá de atormentarnos con tus letras. o Ay, no, no, no, que me da vergüenza. ¿Vergúenza de componer? No, de besar a una mujer.
    Sobre Calamaro me quedó la duda si es elogioso o crítico. Mara Laira no sabe si darle al licenciado un abrazo muy afectuoso o dedicarle una diatriba.

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    1. El folclore tiene letras condenables por no hablar de intérpretes del mismo estilo. Sobre Calamaro, mejor sería preguntarle al escritodor, pero se muestra esquivo. Intuyo qué preferiría de Mara...
      Abrazo!

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  2. gran muestrario de penas que a mas ejemplos mas putrefacción jaja... muy bueno... valió la pena cuac...

    Calamaro, querido Demiurgo, hace rato que está en piloto automático... un verdadera pena... (cuac 2)...

    salu2 cuervo!

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    1. Lo de piloto automático estuvo bueno!
      Se ve que es una tentación muy difícil de rechazar meter rima y condena en la misma estrofa!
      Abrazo

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  3. Madre mía, esto es un verdadero trabajo de investigación, amigo. Bravo por esta eficacia. Que el año que acaba de entrar te sea bien próspero y te llegue cargadito de ventura.

    Besito y café.

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  4. Un trabajo más de cansado de escucharlo que de investigación, ja!
    Buen año también para vos.
    Beso

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  5. Penoso, deberían condenar al Lic.!!

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  6. Lic. Notuyo , leyó esta noticia? Proviene de Irán.

    "... “Todo aquel que sea sorprendido escuchando melodías satánicas o de Ricardo Arjona, será puesto a disposición del líder de su población, quien podrá elegir una de las siguientes tres opciones para su muerte, dependiendo de la reputación del pecador: colgado frente al pueblo, ahogado en un chapoteadero para niños o apedreado lentamente hasta morir."
    A decir verdad, no escucho a Ricardo por una cuestión de gustos, pero de ahí a semejante condena me parece como un tanto excesivo, no?
    Pena y condena establecida por la nueva Constitución Iraní.

    Don Oso pareciera ser que en otros lares -de ser cierta la información- esta opinión tan concienzuda del Lic. ha tomado un cariz extremo.

    Un gran abrazo amigo mío.
    REM

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  7. Estimada Rem, tal vez hayan consultado al Lic. o él los haya convencido del merecimiento de tal pena (y condena).
    Además uno se pregunta qué culpa tendrá Mandinga para que lo equiparen así como así...
    Besos!

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  8. Pena y condena es una rima casi irresistible.
    Perdurará en el tiempo, créame.

    Yo lo sigo bancando a muerte a Andresito, a pesar de los pesares, y con el perdón de Jorge Luis.


    Lo de DRAMAS Gratis es un error de teclado de Notuyo o es una alta ironía del licenciado, jaja.???



    Besos

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    1. A Andresito lo bancamos todos, por más que esté hecho un Lord Gagá!
      Lo de Dramas Gratis ni lo uno ni lo otro, se llama así el tema que grabaron juntos.
      Besos!

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  9. Ah, mire, se me había escapado esa tortuga... =)

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    1. A mi se me escapan los caracoles, con eso le digo todo!

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