De un tiempo a esta parte

Contrasta con tu estulticia
la rapidez de tu lengua,
la mañana en que se amengua
la tensa espera en calma
soltás las frases sin alma
como espada subrepticia.

Y alrededor de tu boca
que fue brocal de mi aljibe
de mi aventura, caribe,
y de las noches fragancia,
sale una rara sustancia
como disparo de roca.

No advertí en esas miradas
presagio de la tormenta
ni consecuencia sangrienta
de mi tímida indolencia
que cambiaste con frecuencia
a la fuerza de estocadas.

Distraído en mis estrellas
como Thales caí en el pozo,
generando tu alborozo,
mi alma, con tus razones
no hacen falta más canciones
para descorchar botellas

cuando los males ajenos
les generan tropezones
a los incautos peatones
que circulan a tu lado
ya te sonreís de costado
cual judas al nazareno.

Pero el tipo que creía
tener los números todos
hoy se revuelca en el lodo
y se devana los sesos
olvidándose que de eso
el único que sabría

es ese puño latente
que se detiene a veces
como agalla de los peces
que se quedan fuera el agua
y calienta como fragua
cuando te ponés enfrente.

Por eso, amiga, este día
será como encrucijada,
total, estás adiestrada
a componer nuevas lides
cada vez que haya vides
que transformes en sangría.

Aprovechá a elegir
el camino que vos quieras
y por más que a mí me hiera
la lanza de la partida
no está perdida la vida
cuando se puede escribir.

De un tiempo a esta parte digo
son de nosotros las penas,
pero también las verbenas,
las palomas, los azahares,
y aunque esté batiendo mares
llevo esperanza conmigo.