Alguna vez en la escuela
descubrió la biblioteca.
Mundo dentro del mundo,
mariposas en reposo.
Laberinto de misterios
con muros de ladrillos
de cajitas de papel
que perfuman el rostro.
Se sintió tan pequeña...
Cajitas de lágrimas,
agregando las suyas
atesoró mil secretos
entre los folios ajados.
En casa no hay libros
ni estantes ni etiquetas,
suspiró contando sillas
que no llegaban a cuatro.
Se sintió tan desolada…
Quiero escribir, se dijo,
como poeta en los libros,
como el señor que contaba
historias de los antiguos.
Las monedas domingueras,
las del semáforo aquel,
fueron cuaderno y birome,
recinto de lo sagrado.
Se sintió tan libre…
Talló su cajita con arte
de orfebre iluminado.
Olió ese cuaderno como
rosa brotada entre sus manos.
Ni el frío ni las ausencias
se adueñaron de su sino
ni mellaron esa vida que
menguaba en otro lado.
Se sintió tan viva…
Y cuando las horas contadas
desgranaron su epitafio
la cajita entre sus manos
perfumó tenaz los ojos
que la abrieron, extraño parto,
tinta y lágrimas, mariposas
y destierros, fantasía de la escasa
caligrafía del mundo.
[Escribí este poemita para el Encuentro de Narradores y Poetas del Departamento Constitución 2011. No sé por qué nunca lo puse en el blog. Tarea cumplida.
Me acordé de él porque olvidé inscribirme este año]
Una demostración de que este blog es literario.
ResponderBorrarEl descubrimiento de la biblioteca cambia a la protagonista, le da un deseo que antes no tenía.
Y el principio de algo, descripto poeticamente.
Es casi, casi, la historia real de una nena que se fue mucho antes de tiempo dejando un mugriento cuadernito con bellos poemas.
BorrarGracias, Demiurgo!
En el mismo momento en que descubrimos ese mundo dentro del mundo, tenemos la sensación divina de derribar todos los muros.
ResponderBorrarEs una llave a una especie sublime de libertad.
Le mando un beso, Néstor Darío.
SIL
Y hay muros que se derriban, me consta.
BorrarBesos
Remitiéndome a su anterior post, le digo maravilloso el mundo blogueril que permite que conozcamos "poemitas" como éste,
ResponderBorrare igualmente hermoso quién descubre ese universo de palabras y lo hace suyo como el más preciado de los dones.
Un grande abrazo amigo mío.
REM
Gracias, Rem, es así como lo dice. Besos
BorrarOso, esa memoria! Y eso que le recordé puntualmente!
ResponderBorrarHermoso este texto!
No me rete, Neethoven, que ya me castigué solo.
BorrarAbrazo
Puedo imaginar a la niña contemplando su tesoro, su propio atrevimiento plasmado en un cuadernillo.
ResponderBorrarMuy bonito, tierno y triste.
Come rabos de pasa, recuperas la memoria decía mi mami.
Un beso y café.
Me sentí identificada.. ;)
ResponderBorrarMaravilloso como siempre, Osito! :)