Al final me lo propuse,
desnudar tus claras intenciones,
desvelarlas de palabras,
ponerlas sobre la mesa.
Como naipe que muestra su cara
al terminar el reparto,
luna que emerge contra el sol fulgente,
se muestran uno a uno los motivos,
las razones, -así se ha dicho-
esas claras intenciones.
Del serio surco, las rectas sombras;
del adusto cerco, repetidas tablas;
del caldero hirviente, aliento de manos.
No hables, te lo ruego,
que esta ventana por testigo
se llevará los ecos tan lejos
que el silencio en que despojas de atavíos
el argumento
despeñará los naipes,
eclipsará la luna,
estallará radiante
entre el ceñido nudo de tus
claras intenciones.
Nada amplía más las chances de ganar el juego, que poner las cartas sobre la mesa.
ResponderBorrarPD:
La imagen intimida un poco. ¿Anda con ganas de pegarle a alguien?
Un beso
SIL
para mí se vio venir el garrotazo...
ResponderBorrarMuy bueno, como nos tiene acostumbrados
Beso
Claras intenciones que no son tan claras. Muy pero muy buena poesía.
ResponderBorrarJ&R
A muy poca claridad nos tiene acostumbrados este mundo con respecto a todo, que dada su opacidad es mas bien poco…
ResponderBorrarDisfrutando una vez mas de tus letras, esta vez contundentes como la imagen del naipe, y claras como el agua…
El chocolate espeso y las ideas claras… ;-)
Muackss!!
Me gasto escribiendo y el blogger me borra los comentarios...
ResponderBorrarGracias gente linda!
Epa. Bueno, muy claro, sísisi.
ResponderBorrarbeso,
Que bueno, no, buenísimo!!!
ResponderBorrarRealmente Ud. se supera, me encantó su manera de expresar lo que siente, no dejó lugar a dudas, je!
Además, poéticamente bello.
Besos y gracias por estar.
REM
Mirá! nada más claro y contundente que el ceñido nudo de las claras intenciones.
ResponderBorrarAbrazo maestro!
Volviste con todo!
ResponderBorrarExcelente poema con un as bajo la manga ;)
Cariños!
=) HUMO