Dame tu cintura, que me lleva el viento.
Habiéndome aferrado a todo en este vuelo
declaro inamovible este puntal de desvelo.
Dame tu cintura y no exagero.
No tuvo Ulises mástil más seguro en la aventura
ni Prometeo roca más firme en el suplicio.
Dame tu cintura y si acaso por esas cosas
del cielo me volara, la veré irse a lo lejos,
firme ancla, polo insigne, paciente estaca.
Dame tu cintura y en la espera de calma,
de fin de la tormenta, será mi techo,
mi fortaleza, mi pan, mi hogar de llamas.
Dame tu cintura, mis dedos casi ceden.
Dejame abrazar el templo vivo -que nunca
he de partir- y en la agonía, al fin de todo
me hallarán sin soltarte, abrazado a ti,
mujer columna, abismo de misterio
como quasimodo a la cintura de esmeralda.
Guauuu! ¡Qué belleza de poema!
ResponderBorrarNo hay manera de negarse así.
Excelente.
Besos!
Qué bonitooooo!!
ResponderBorrarla exquisitez del romanticismo en versos...
Un besoooteeeee!!!
Así,de ésta manera tan bonita y pasional,creo que te dará hasta el alma...no sólo la cintura.
ResponderBorrarVine desde el blog de Mar,curioseando lo de Oso.
Un gusto leerte.
Un besito.
Precioso poema y perfectas imágenes para describir lo que supone tener un apoyo firme en la vida y en el amor, por supuesto. Oso me ha encantado.
ResponderBorrarBesos!!!
Aaaaaaaayyyyyyyyy!!!! Que maravilloso!
ResponderBorrarMuy tierno y pasional!
Me quedo con ésta parte sin duda:
ResponderBorrarDame tu cintura y en la espera de calma,
de fin de la tormenta, será mi techo,
mi fortaleza, mi pan, mi hogar de llamas.
Abrazo
VIVI:
ResponderBorrarGracias. Estaba probando con línea de tres.
SENSACIONES:
Y no quería que me salga romántico. Pero...
UKA:
Bienvenida y gracias por tus apreciaciones. Ya estaré por el tuyo.
DOÑA TINTA:
Qué bueno que le haya gustado, éste no tiene palabras raras de aquí!!
CARLA:
Gracias, vecina kapa.
DON HIERBA:
Quédeselo nomás.
Gracias a todos!
Qué cintura para los poemas don Oso! Ja. El problema de las mujeres columnas son cuando se corren y uno no se aviva. Pasa de largo como colectivo lleno.
ResponderBorrarUn abrazo!!!
¡Qué poderosa esa cintura! Y tu poema también.
ResponderBorrarSaludos.
NETO:
ResponderBorrarSi lo sabré yo... Ja!
MARIELA
Gracias, amiga!!
Preci-
ResponderBorraroso !!!
Los versos se van deslizando con la fuerza y la temperatura de una lava que no se lava fácilmente...
PD:
Dato redundante/
Victor Hugo adoraba escribir en tercetos, y algunos le adjudican su invención.
:D
BESOS
SIL
Mi estimado Oso ,
ResponderBorrarUd. es un buen decidor de las cosas que nos gustan oir (leer) a las fèminas, este poema tiene todo eso y màs, imposible resistirse a tan bellas palabras. (Lo imagino bien asido a esa cintura ,je!)
Disculpe por no haber venido antes, pero ando un poco peleada con la tecnologìa, de hecho con PC "prestada", pero bueh espero pronto la mìa estè "sanita" otra vez y regularizar mi estadìa en este mundo blogueril.
Besos y grxs por la data de "Alabras".
REM
Pasional y con fuerza…un deleite amigo ;-)
ResponderBorrarMuackss!!
precioso, oso, muy bueno!
ResponderBorrarSIL:
ResponderBorrarSe agradecen como siempre sus comentarios. No sabía lo de Víctor Hugo, tomo nota, barrilete cósmico...
REM:
Mo tengo de qué quejarme habida cuenta de mis esporádicos paseos por los blogs amigos.
GINEBRA:
Gracias por tus palabras, son siempre bienvenidas.
GALÁN:
Gracias, maestro, ¿para cuándo los festejos?
"Dame tu cintura,mis dedos casi ceden"
ResponderBorrarque imagen me llego en esas palabras...
Saludos