ETERNO RETORNO

Estas historias son como lanitas sueltas que la nona va ovillando en un bollito y una vez que adquiere volumen, las va desovillando para hacer algo con todas como si fueran una sola cosa. Así son estas narraciones, dichos, frases sueltas, conjeturas patinadas por una memoria tenue que -a veces- toman forma en la mano de quien las intenta reunir.

jueves, 20 de julio de 2017

Gente ignota: Fibonacci II

Continúa (después de más de dos meses) 
Alrededor de 1200: - Querido y fiel Yusuf, nuestros viajes mercantes por Sicilia, Egipto, Siria y Grecia nos han permitido acumular una ingente fortuna. 
- Don Bigollo, "le" han bermitido acumular una ingente fortuna...
- Esteeee, ejem, claro que compartiré una buena parte con mi fiel asistente Yusuf.
- ¿Cuándo, bor Alá? Recuerde que el fiel Yusuf ya es mayor y le queda boca cuerda en el carretel. Algo me dice que usted es más agarrado que mugre de talón.
- Te mostraré que estás equivocado, estimadísimo compañero de aventuras, nos volvemos.
- ¿Volver? ¿A dónde? ¿Ahora que los negocios van tan bien?
- Hemos recorrido muchos países... Acumulamos muchísimo conocimiento de las culturas orientales, así como nuestras arcas se engrosaron por nuestra habilidad en los negocios...
- ¿Y entonces? ¿Bor qué volver?
Saladino
- No has entendido hacia dónde está marchando el mundo, fiel Yusuf. Con la muerte de Federico I Barbarroja y luego la de Saladino hemos encontrado un río revuelto tras la Tercera Cruzada en el que hemos sabiamente pescado. Se está organizando una Cuarta Cruzada si es que aún no comenzó. Otra vez guerras y saqueos por toda Europa Oriental y en la Media Luna. Nuestros barcos son una presa más que deseable para cristianos y musulmanes y mucho más lo es nuestro conocimiento. Mira estos libros, estos códices antiguos, hasta manuscritos quizás originales de Aristóteles, Euclides y Diofanto que llevamos con nosotros, son de un valor incalculable.
- Uy, ¿y bara dónde rajamos?
- Para Italia, claro está. Aunque me tienta la idea de conocer al gran Gengis Kan, prefiero aventurarme a una vida más pacífica y poner por escrito todos los conocimientos que hemos acumulado.
- ¿Italia? Jamás bisé esa tierra inculta de gente que hace números con balitos.
- Inculta, sí, pero el centro de occidente. Allí florecen las ciudades.
- ¿Las ciudades? Por el santo de Mahoma, oriente está blagado de ciudades, no me venga con eso...
-  En Europa los burgos o ciudades son algo nuevo, una forma de organización de grupos humanos que está comenzando. Italia va a la cabeza, el comercio es pujante. Con nuestra pequeña fortuna podremos seguir comerciando allí y enseñarles muchas cosas.
Burgo medieval extramuros del castillo feudal
- ¿Comercio, ventas, riquezas? Vamos, don Bigollo, ¡¿qué esberamos?!

1202: - ¡Felicítame, Yusuf! ¡Lo envié a publicar!
- ¿Cómo? Si todavía no se inventó la imbrenta...
- Fiel Yusuf, en la ciudad hay muchos copistas y miniaturistas. Aquí los libros se replican con copias exactas de los manuscritos originales hechas por estos expertos. Es un proceso lento y oneroso, sin embargo, mi libro será de mucha utilidad a los comerciantes y espero también a los eruditos, que ignoraron alevosamente la Crónica abeldense, donde se publicaron por primera vez en Europa los números arábigos.
- Don Bigollo, ¿escribió algo sobre los números arábigos, Allah sea loado?
- Todo.
- ¿Todo? ¿Qué significa ese "todo"?
- En este libro describo con total precisión las múltiples ventajas del sistema numérico de tu tierra para operar. Cualquier comerciante de medio pelo podrá hacer aritmética sin necesidad de contratar costosos calculistas romanos.
- Lo van a linchar, señor. Solamente a usted se le ocurre bublicar ventajas de la numeración arábiga en el comienzo de una cruzada en la que los reyes de Euroba se bronuncian en guerra contra el mundo islámico.
- ¡Ja! Algunos van a patalear, pero cuando los comerciantes y los ciudadanos comunes adviertan las grandes ventajas prácticas para la vida cotidiana, de nada valdrán las invocaciones divinas de los reyes, querido Yusuf. ¡Que los reyes envíen sus ejércitos a saquear Oriente en nombre de un Dios ajeno a las enseñanzas del Nazareno! ¡Nosotros, mientras, conquistaremos los corazones de la gente con sumas, restas, multiplicaciones y divisiones tan sencillas que las puede aprender un niño! Veremos quién ofrece un bien mayor.
- Bue, Don Bigollo, tamboco se haga el héroe usted, que lo único que hace es escribir lo que abrendió en otros lugares.
- Exacto, ¡lo que es útil, que lo sepan todos!

1215: - Mira esos mendigos, Yusuf.
- Mendigos, pero simbáticos don Bigollo, están asistiendo a ese tendal de lebrosos que yace a la vera del camino. ¡No los mire, se buede contagiar!
- No seas tonto, la lepra no se contagia así. Pero... ¡no son mendigos, son monjes mendicantes!
- ¿Monjes bobres? No me haga reír que se me caen los bocos dientes que me quedan, don Bigollo.
- ¡Llamate a silencio, Yusuf! Creo que...
...
-¡Eehh! ¡Eh, usted, el de la tonsura!
- ¿Yo, amigo? ¿Me conoce?
- Nunca nos vimos, pero su fama de santo recorre Italia. Usted es...
- Giovanni de Pietro Bernardone para servirlo.
- No me engañe, usted es Francisco de Asís.
- El mismo que viste estos harapos y calza ninguna sandalia. Mi padre me puso el apodo de Francesco por mi temprana afición a la cultura y las trovas de la provenza francesa que heredé de mi madre.
- No puedo menos que admirar su dedicación a los pobres haciéndose uno de ellos, al revés que la mayoría del clero.
Francisco de Asís
- Tratamos de ser como Jesús, indignos pero esforzados.
- ¿Se puede saber hacia dónde se dirigen?
- Hacia Roma, a la villa de Letrán, donde se celebrará un concilio. Parece que será necesario defender nuestra opción.
- Toda una proeza. Sepa que siento un poco de vergüenza ante su figura. Usted, tan abnegado, pobre, bregando por una vida despojada de lujos y boato. Y yo, comerciando, enriqueciéndome y gestionando riquezas.
- No se ponga mal, Leonardo.
- ¿Dijo Leonardo? ¿Conoce mi nombre?
- Por supuesto, usted es Leonardo Fibonacci, de Pisa. Su nombre es célebre en muchos poblados, aunque lo llamen Bigollo.
- Pero... ¿cómo lo supo?
- En estos tiempos de guerras religiosas, pocos se atreven a andar por la calle con un compañero musulmán abiertamente. Es fama que Leonardo de Pisa no arruga escondiendo sus amistades. Eso es ser de buena madera.
- También es fama de que usted es un santo, pero no le veo aureola. Parece un tipo de lo más común.
Página de una copia de Liber abaci
En el margen, la sucesión de Fibonacci
- Santo, santo, mmm... la iglesia ha canonizado a cada canalla que mejor pasemos a otra cosa, señor.
- Sí, mejor... ¿Lleva en esas alforjas libros de eruditos sobre la pobreza de Jesús?
- Y llevo Liber abaci, ¿lo conoce?
- ¡Grap! ¡Es mi libro!
- Así es. Es una buena demostración de lo que los estudios que los humanos realizan en Italia, India o Siria, cristianos o infieles, en bien de los demás, todo glorifica a Dios y enaltece a sus hijos.
- ¿Sí? Me siento agradecido. ¿Hay algo que haya despertado su atención de manera especial?
- Los números arábigos, qué maravilla. Los eruditos los verán como una curiosidad, pero los aldeanos y comerciantes pequeños no serán tan fácimente engañados si pueden calcular a la par de los grandes señores.
- Así lo veo yo.
- Y también el problema de los conejos, claro.
- Es curioso cómo ha llamado la atención esta sencilla sucesión.
- Hasta puedo recitar el problema y la solución: "Cierto hombre tenía una pareja de conejos en un lugar cerrado y deseaba saber cuántos se podrían reproducir en un año a partir de la pareja inicial, teniendo en cuenta que de forma natural tienen una pareja en un mes, y que a partir del segundo se empiezan a reproducir".
- 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144... Mire este dibujito.
Problema de los conejos
- Genial. Dicen que tiene propiedades insospechadas, Leonardo.
- Puede ser. Me ha llamado la atención desde que lo leí.
- ¿Lo leyó? ¿No lo inventó usted?
- No, claro. Ya en un libro de Pingala, un sabio hindú de hace como mil años apareció detallada en sánscrito con el nombre de mātrā-meru.
- Fantástico. La aritmética no es mi fuerte, pero será fuerza de los débiles, Dios quiera.
- Déjeme la bendición, Francisco, un pecador como yo la necesita para entrar en el Reino.
- No bromee, usted ya está adentro, ha hecho más por la gente común que todos los reyes y obispos que se proclaman señalados por Dios. Su bendición hacia mí es abrir los secretos de los eruditos para bien de las mayorías.

continúa y finaliza en la próxima entrada





Notas:

Alrededor de 1200: Da por terminados sus viajes por Europa Oriental, Egipto y Oriente Medio. Retorna a Italia con las ganancias obtenidas y con una asombrosa acumulación de conocimientos que incluyen gran cantidad de material persa e hindú.
1202: Publica Liber Abaci, su obra más famosa. En él demuestra cabalmente las ventajas del sistema de numeración posicional indoarábigo. Además aparece la posteriormente renombrada sucesión de Fibonacci, presenta y resuelve muchos problemas de la hoy llamada matemática recreativa, que son aplicables a innumerables casos de la vida cotidiana.
1215: El encuentro con Francisco es, obviamente, ficción mía, aunque del todo posible, dado que en el momento en que se produce ambos son personajes reconocidos del centro de Italia (entre Pisa y Asís hay unos 250 km. pasando por Florencia y Perugia). La idea es poner de relieve por un lado la simultaneidad histórica de ambos personajes. Por otro, presentar algunas de las relaciones que podrían entreverse en la vida y obra de estos dos admirables personajes.

10 comentarios:

  1. Que bien que volviste.
    Hay interesantes ideas sobre lo que beneficia a los demás, venga de donde venga. Y que Fibonacci haya hecho mucho por la gente común, al facilitarle los cálculos, para defenderse de ser engañados.
    Todo un mensaje.
    Saludo.

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    1. Gracias, Demiurgo.
      Hay algo de eso que se trasunta en el texto, aunque me di cuenta después de terminarlo.
      Abrazo

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  2. Muy buena entrada Oso. Me gusto la forma en que presentas a San Francisco, creo que si hubiera sucedido, seria tal cual lo presentas, un Francisco simple y poniendo por delante al ser humano.

    Veremos como sigue.

    mariarosa

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    1. Gracias, María Rosa.
      Ya andaré volviendo a leer los blogs queridos.
      Besos

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  3. Qué gusto ver una publicación tuya.
    Espero la próxima sea pronto, aunque el motivo de tus esporádicas apariciones, es un motivo más que importante. Más que todos los blogs juntos.

    La secuencia de Fibonacci la conocí por una charla del amigo Dolina.
    Me interesó mucho el foco que tienen estas entradas acerca de la importancia de la numeración arábiga, y su consecuente revolución en occidente (es algo de lo que se habla todo el tiempo en los horarios estelares de la TV ¿no?)
    Y qué decir de ese encuentro de ficción ¡me movió el bocho!. Creía que Francisco era un par de siglos anterior.
    Justo en estos días estuve leyendo mucho sobre la Cuarta Cruzada, y me está interesando mucho el tema de "La Cruzada de los Niños".

    Tus personajes hablan de su futuro con una seguridad histórica impecable. Me ha causado mucha gracia esa mención a la imprenta, si hubiesen mencionado a Gutenberg, caía de mi asiento. Y eso de ver a Gengis Kan como quien podría mencionar a un ex compañero del secundario, o a alguien que se encuentra internado en el hospital del barrio.

    Sos muy groso!
    Abrazo grande!

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    1. Espero ponerle algún ritmo a la cosa (y pagar viejas deudas).
      Mencione a Gengis porque me asombró tanta contemporaneidad con Leonardo y Francisco, que no la tenía en cuenta. siempre lo oriental nos cuesta un poco más, pero son personajes que dan mucho material para delirar, por eso me encantan.
      Abrazo grande como el Ciclón!

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  4. Esta historia, querido mio, es digna de ponerla en el cine, al estilo de El nombre de la Rosa. Me encantó la secuencia cronológica, realmente muy acertada al igual que los personajes.

    Ya te lo dije varias veces, eres mi héroe literario!!! MUACS

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    1. Verdaderamente es una historia apasionante, Lástima los pocos datos con lo que se cuenta, al menos de la literatura matemática. Tal vez vos conozcas mucho más sobre el tema histórico, lo cual es genial.
      Traté de recrear relatos que más que cuenten una aventura, describan un modo de llevar de aquí para allá los saberes que heredamos.
      Besos y ya andaré de visitas!

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  5. "...Agradezco tanto que vuelvan, como agradezco a la vida enormemente las razones que me impiden publicar más seguido."

    Didáctico y muy divertido cómo me hace reír amigo mío!
    Me encantó además que incorporara a la historia al dulce Francisco. Es verdad, tampoco me había dado cuenta que todos pertenecen a la misma "generación" jeje.
    Espero que no se pierda y prontito publique el final del relato.

    Lo abrazobeso querido Oso, buen finde!!!

    REM

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