Recomendación para recién llegados:
esta entrada es continuación de
cinco casos anteriores sin cuya lectura
uno se encuentra más perdido que
Lali Espósito en Jesús María y...
Lali Espósito en Jesús María y...
La frugal cena consistía en lomo de cerdo con ciruelas al horno, entrada de empanadas de calamares con masa souffle, papas horneadas con hierbas, postre y el mejor vino de la casa, parecido al Marolio, según Ignacio. Sentados a la mesa, el director espiritual Gustavo Nome, la hermana Ester Apéutica, Leo e Ignacio conversaban animados por la buena cena sobre el acontecimiento que los reunía y sobre todo tema de charla que a juicio de los detectives podría aportar información sobre el caso o sobre sus anfitriones.
- Crunch, crunch... do meo las frutas...
- Jovencito, modérese.
- ¿Do era una zena frutal? ¿O lo nezían por las zigüelas?
- Oh, qué ocurrente. Su socio tiene un humor bastante sutil, señor Trozzo.
- Dígame Rosamel, por favor... Ign... Benito, mientras te callas, ¿podrías servirme un poco más de este excelente tinto de la casa?
- Zí, zí, jef... emmm, Rozamel.
La hermana Ester
- La noto bastante callada, hermana Ester, nos interesa charlar con usted, quien seguramente podrá aportarnos datos para que se haga justicia con el o los asesinos de Laura Ña. ¿Cuál es su función en esta comunidad?
- Bueno, soy quien tiene la responsabilidad de atender a las visitas selectas y de renombre. No todo el mundo desea tratar todo el tiempo con hombres, quienes además están demasiado imbuidos de sus tareas diarias, las que suelen ser rutinarias y mezcladas con los oficios religiosos de las horas.
- Tengo entendido que usted oficiaba de confidente de Laura. ¿Qué me pude decir de eso?
- Olvidé mencionar que mi función es que los visitantes consigan relajarse y disfrutar plenamente su estadía. Laura necesitaba una confidente y yo me adapté a eso. Otros visitantes vienen con otras necesidades...
- Ñam, ñam... ¿Modría yo menir ne vizitante?
- Claro, si se ajusta a los cánones establecidos por el administrador Milton Gos.
- ¿Ninero?
- Entre otros requisitos...
- Disculpen que interrumpa. Hay algo que me llama la atención, hermana Ester. Usted no tiene un discurso... cómo decirlo... religioso... como todos los demás aquí. No le escuché decir ni siquiera un "gracias a Dios".
- Mmmm, es cierto, soy quizás demasiado terrenal. Comprenderán que soy un poco nueva en la orden. Vine aquí recomendada por altas autoridades eclesiásticas para una vida de servicio en...
- Además... su rostro me resulta familiar...
- Demasiado común quizás.
- Para nada, tiene unas bellas facciones.
- Hic, ¡esdá nremuena!, hic...
- Llámate a silencio, Ign... Benito.
- No es la primera vez que le dice "Ign... Benito..." ¿acaso..?

- Entiendo.
- Bien, no quiero acosarla a preguntas, prometo que esta será la última. ¿Hay alguna confidencia que Laura le hubiera hecho y nos sirviera para esclarecer este hecho? Siempre que pueda contarse, claro...
- Paso a contarles, pero antes hagamos un pequeño brindis.
- Hic... ¿Un mrindiz?
- Sí, por los pequeños y sorpresivos placeres de la vida.
Manuscrito
Al rato...

- ¿Manuscritos? No. Debió haber dicho manuscrito, en singular. Había solamente una hoja.
- Sería una lástima que ese manuscrito hubiera quedado en manos de la policía local.
- Nada de eso. Tomé, ejem, la precaución de preservarlo.
- ¿Ze lo afanó? Hic...
- Oh, no, el cielo me libre, lo tomé por si fuera de ayuda. Enseguida se los muestro. Ya vuelvo...
- Hermana Ester, omití una cuestión. Necesito saber cuáles fueron los últimos pasos de Laura aquí.
- Lamento no poder proporcionar demasiada información. Estuve con ella luego del mediodía hasta la hora de la merienda. Después de los masajes relajantes, ella me despidió y siguió transcribiendo hasta la hora de su confesión semanal.
- ¿Era muy católica?
- No sabría decirlo. Siempre entendí que aborrecía las cuestiones religiosas. Pero desde hace un tiempo comenzó a frecuentar la Basílica y el colegio.
- Otra pregunta... antes de que vuelva el padre Gustavo. ¿Hay algún experto aquí en el arte de utilizar el arco y las flechas..?
- Sí.
- ¡A la marosca! ¿Quíén?
- Yo. Fui preolímpica.
- ¿Sabe que se está autoincriminando?
- No tengo nada que temer. Yo no fui.
- Ahí miene el nirector nesbinitual... Hic... Ajummmm....
- [Necesito continuar esta conversación, hermana.]
- [Ehhh, sí, sí... cuando quiera...] ¡Padre, padre, ¿lo encontró?!
- Aquí está, pueden leerlo.
- Mmmm, ajajá, interesante. Una pregunta, padre Gustavo, ¿tienen diccionarios aquí?
- Claro, claro, los Sopena Enciclopédicos, unos clásicos.

- ¿E nice?
- [Shhh... tonto]
- Ah... qué extraño y... ¿cómo se juega?
- Por favor traiga unas hojas de papel y cuatro biromes.
- Ay, doctor Rosamel, usted es sorprendente...
- Hay tantas cosas que no sabe de mí, hermana... Explico: uno de nosotros busca una palabra no muy común en el diccionario. Los demás escribimos las definiciones que se nos ocurran, lo más convincentes posibles. Luego el que eligió la palabra recoge las hojas y lee las definiciones incluida la correcta. Todos votan por la mejor... luego les explico cómo se suman los puntos.
- Ajummmm, qué interesante...
- Probemos padre, aunque sea una vuelta así aprenden el juego.
Medianoche
- Oh, jugando, jugando, se hizo medianoche. ¡Por todos los santos! Debemos ir a dormir.
- Es cierto, padre. Lamento haberlos entretenido con este tonto juego. Nos iremos a buscar un hotel. ¡Despierta, Benito, es hora de irnos!
- ¡Ayyy, fandazmaz, ayyyy! ¡Hic!
- Shhh, calla, es el padre Gustavo...
- Ah, é zuzto. ¡ajuuummm!
- No permitiré que se vayan. Hay habitaciones suficientes para todos.
- Pero...
- La hermana Ester los acompañará a las habitaciones de huéspedes. ¡Hasta mañana y que los santos velen su sueño!
- Hermana, me va a tener que ayudar a arrastrar a Benito a su habitación. Está un poco descompuesto.
- Sí, vamos.
- Zí, zí, Esder, hazeme udos mazajitoz nrelahantez.
- ¡Calla, tarúpido! ¡Vamos!
...
- Bien, duerme como un angelito. Hasta mañana, hermana. Lamento que tenga que pasar por esto.
- Hasta mañana, Rosamel...
...

- ¿Se puede?
- Hermana... a esta hora... la van a retar...
- Shhh, la puerta se cierra y listo.
- Pero no está bien que...
- ¿No quería usted continuar la conversación?
- Ehhh, sí, pero...
- Además... debo cumplir con mi deber: atender a los huéspedes.
- Creo que el vino me ha mareado y... veo visiones... agradables visiones.
- Espero que además de visiones puedas ver esto.
- ¡Epa! ¿Qué es ese mamotreto?
- El libro de asientos contables del administrador Milton Gos.
- ¡No lo puedo creer! ¿Cómo supiste que..?
- Sos bastante predecible, Rosamel...
- ¿Ah, sí? ¿También es predecible lo que voy a hacer ahora?
- Lo sé, tus ojos me dicen que necesitás unos masajes y después...
- Zzzzzz, zzzzzz....
[continúa y finaliza en la siguiente escena]
Ester se trae algo oculto o no tan oculto. Hasta despertó el interés de Ignacio, que intuyó que uno de los requisitos es tener dinero.
ResponderBorrarLeo cometió un error al excederse con la bebida, sobre todo por quedarse justo en el momento de las revelaciones de Ester.
Saludos
¡Así parece! Se estiró demasiado la cosa con el vinillo!
BorrarAbrazo
me ha encantado descubrirte
ResponderBorrarUn abrazo desde el frio de Miami
Gracias por un poco de frescura, aquí está tórrido.
BorrarRebienvenida y besos!
Uyyy esa monjita se trae algo entre manos, y estoy pensando mal....
ResponderBorrarInteresante.
mariarosa
Parece que Ester Apéutica hace honor al nombre, jajajaj!
BorrarBesos
Bueno ahora me quedo con las ganas de ver cómo termina. Me gustó esa relación que hiciste con el "Ign", ¡buena salida!
ResponderBorrarY me hiciste acordar del juego de diccionarios, eso siempre hay que jugarlo con un par de tintillos de por medio. lo que también me quedé con las ganas es de recordar cómo se sumaban los puntos ¿el que leía todas las definiciones elegía la que más le gustaba?
Cuatro Abrazos de gol!
Es que yo tampoco me acuerdo, jajaj.
BorrarEl que elige la palabra lee todas las definiciones en voz alta y los demás votan diciendo cuál es la correcta para ellos. Si nadie elige la correcta, él suma uno. Y creo que los demás suman uno cada vez que alguien elige su definición como buena. O algo así...
Si lo ves al Pitu, hacele llegar mis disculpas por la forma en que lo suelo insultar!!
4brazo!!
jajaj dale, se las hago llegar por vos y por mí. Con esto compensó todas las veces que se duerme y le afanan la pelota... y se queda acomodándose las canilleras
Borrar4brazo!!
Me encantó la aparición de Ester, le da el toque femenino a la historia (en el mejor de los sentidos) o será que me estoy adelantando a los hechos?
ResponderBorrarNo conocía el juego del diccionario, está buenísimo, se sigue jugando o cayó en desuso?
Lo besoabrazo estimado Oso y como siempre quedo a la espera del final.
REM
Un guiño erótico nunca está de más, lo usan los que saben... ¡¡no lo voy a usar yo!!
ResponderBorrarNo sé si se juega ahora, es un juego que tuvo su furor por aquí en la decada del 80, jajaja, pero me sirve para la historia.
Besos!!
No pensemos mal, quizás sea sólo un encuentro místico, si Sor Juana pudo, por qué Ester no.
ResponderBorrarYo también jugué al diccionario y se puntúa tal cual Ud lo aclara en comentarios.
Nadie puede estar más perdido que Lali en Jesús María.
Besos terapéuticos.
Por supuesto que hay que pensar bien, después de todo andaba con un libro.
BorrarBesos!!