En el rotundo ejercicio de los días
que inopinados desgranan almanaques,
eternas mañanas con trajín de otros
y frascos de horas que se cierran
vela y toca la hendidura de sus líneas,
grafías sobre tablilla de semblante.
Y el amor que ni siquiera estaba ausente.
El futuro ha pasado desalmado
como el agua que se escapa de las manos
y riega en sus labios un poco de humedad
que ya intuye mudanza a otros parajes.
Ha pasado, indolente, como el tiempo de
beberse sin respiro toda cordura
cuando el miedo ni siquiera estaba ausente.
Por cierto se requiere un tris de eternidad
para dignar escasa cuenta de aventuras,
ser mármol, témpano de cristal, peñasco,
y un puñado de ese olvido necesario.
O lucidez repentina como un rayo,
fulgor en la testuz, vientre ensombrecido
compulsión que ni siquiera estaba ausente.
Se requería tanta, tanta eternidad
si aquel amor ni siquiera estaba ausente.
Me gusta porque empezaste usando palabras un tanto refractarias a la poesía, como inopinados. El tema es uno de los grandes temas, inevitable es escribir sobre el paso de tiempo, la eternidad. Y sobre amores ausentes o presentes. Escribiste inspirado.
ResponderBorrarGracias, me es muy difícil salir de mis propios lugares comunes.
ResponderBorrarAbrazo
Una notable poesía estimado Oso , de esas que dan ganas de guardar en el cofrecito de las cosas necesarias y al que se acude cuando el alma reclama.
ResponderBorrarUn gran abrazo amigo mío y le dejo unas letras de Saramago que recodé cuando leía sus versos.
REM
La vida , esta vida que inapelablemente, pétalo a pétalo, va deshojando el tiempo, parece , estos días, haberse detenido en el "me quiere…."
Gracias, querida Rem, por las palabras de un grande y por las suyas propias. Besos
BorrarY el que no piensa en ello... cómo te diría yo... tiene una existencia muy triste, amigo. Hay momentos en los que uno se siente raro, tiene una sensación de desasosiego -más de lo habitual, quiero decir :) - y creo, ahora que te leo (es que eres muy inspirador) que debe ser, en los que tenemos algún tipo de sensibilidad, el sentir de lo eterno, de la congoja de no serlo, de aquello que perdura, de lo efímero del yo...
ResponderBorrarBueno, te dejo un cafelito y un abrazo de los gordos. Gracias.
Se agradece, Censu, me gusta escribir poesía, pero me cuesta muuucho. Eso no quiere decir que no lo siga intentando, claro.
BorrarBesos y cafelito.
Le informo fehacientemente por este medio: que, con o sin autorización divina, le será proveída toda la Eternidad que el caso requiera.
ResponderBorrarBesos.
Es cuestión de ir llenando los formularios, ja!
BorrarBesos