Desde el tejado de mi exilio
cuento un cuento al señor viento.
Había una vez -le susurro
entrecerrando los ojos-
una muchacha, un clavel,
una clara melodía,
olor de tierra mojada
fruta fresca de rocío...
Y el tipo se hace el orate,
no se carga mi mensaje,
que sopla aquí, que sopla allá,
se revuelca en los caminos,
olisquea lavanda y sigue,
como si no le importara
mi estrella de punta rota
herida por cruento acero.
Cuento un cuento al señor viento
y me deja aquí pintado,
marioneta indecorosa,
cartón con papel e hilo
del susurro ya a los gritos
va pasando mi lamento,
entonces musita el viento
hora de hacerlo vos mismo.
Arquitecto de lo insulso,
me toca hacer el esfuerzo,
olvidarme de suspiros,
de poemas, florilegios,
y partir con un desgarro
a sangre el sello lacrado
romper todo sortilegio
y morir en la proclama.
Y si acaso en una brisa
imperceptible al oído
llegue a destino el mensaje
y la muchacha, el clavel,
comprenda que la he soñado
cuento un cuento al señor viento
y que cuente lo que quiera
porque aquí ya es primavera.
A pesar de vientos con rumbo perdido y de estrellas con puntas rotas, no te vayas olvidándote de los poemas.
ResponderBorrarA veces, son la única esperanza que nos queda.
Un beso.
SIL
NO, no hay que olvidarse.
BorrarBesos
Qué lindo lo que Ud. escribe. Quién pudiera...
ResponderBorrarbeso
Agradécese, boticaria!
BorrarLas fuerzas de la naturaleza son tan sordas al reclamo humano. Es más probable que aparezca un sílfide y seducirla que escuche el señor viento y que le importe un amor humano que termina. Sí, tengo fascinación con las silfides.
ResponderBorrarSon delirios del que no termina de avivarse que si uno no camina, no hay camino.
BorrarAbrazo
Mi estimado Oso, creo que el viento sí lo oye, ocurre cuando se detiene y luego sigue su peregrinaje no dude que llevará su sentir hacia donde ud. desee ser escuchado. Por ello nunca deje de escribir, sus versos son necesarios.
ResponderBorrarUn grande abrazo amigo mío.
REM
Los versos son necesarios para uno, estimada Rem, después uno -a veces pasa- piensa que pueden ser necesarios para otros. Ahí tenemos un problema.
BorrarAbrazo
Con tu hermoso poema me hiciste recordar una vieja canción...que linda sensación al recordarla. Gracias por ese regalo!
ResponderBorrarOso, te deseo un excelente 2013!
=) HUMO
¡Gracias, Humito! Uno se alegra mucho si algo que hace provoca sensaciones.
ResponderBorrarEsperemos que sea un buen año para todos!!
...me contaba ayer el Sr. Viento que las hojas bailaban bajo mi ventana, que curiosas querían recorrer las calles del pueblo, alegres y entrelazadas...
ResponderBorrarAquí llegaba el invierno y pocas hojas quedaban. El viento acabó. Yo barrí las últimas hojas. Yo bailaré por ellas.
Un beso y un cafelito, Sr. Oso.
Baile, que es obligatorio para celebrar que está viva.
BorrarBesos
Que maravilloso poema don Oso, quién pudiera pedirle al viento que le lleve el cuento a alguien. Hasta me lo imagino dibujado por Guillermo! Un abrazo!
ResponderBorrarGracias, Neto. Se lo voy a pasar al Uili a ver qué dice.
BorrarAbrazo