Cosas extrañas suceden en Villa Constitución, a no dudarlo.
Una vez publicadas las ediciones del Catálogo (demasiado incompleto) de mitos locales I, II y III, comenzaron a acercarse a este cronista hechos sorprendentes, cuando no maravillosos o sobrenaturales, a través de quienes prefieren mantener el anonimato quizá para disminuir la probabilidad de que los espíritus sediciosos, pero inofensivos que pueblan esta región los alcancen con sus módicos horrores.
De estos hechos, narraremos sólo algunos, no por escasas fuentes sino por la razón de proporcionalidad inversa que regla la longitud de la entrada con el número de lectores.
El Correcordones
En Villa Constitución uno puede esmerarse en estacionar correctamente. Es decir, guardando distancias prudentes con los autos de la fila y dejando unos diez centímetros de luz para el lado del cordón de la vereda. Esfuerzo inútil. Llegará el Correcordones, un espíritu entre juguetón y resentido -seguramente de un agente de tránsito muerto por un conductor furioso al ligar una boleta- y desplazará el cordón unos centímetros para dejar en evidencia y en ridículo a distraídos conductores. Claro, uno puede alegar que el Correcordones es inofensivo. Correcto. Sin embargo, al producirse este desplazamiento -que puede llegar a ¡un metro!- ciclistas avivados utilizan el corredor auto-cordón para improvisar una ciclovía en contra de las normas municipales y de todo sentido común.
Falta decir que el Correcordones se ensaña con algunos conductores, por alguna oculta razón. La foto que ilustra este fenómeno es un ejemplo cabal del terrible ensañamiento que el molesto espíritu tiene, por ejemplo, con al amigo Paul The Walrus, alias Gandalf.
La guitarra autoafanante
Así como el anillo de Sauron busca regresar a su amo. La guitarra autoafanante tiene propiedades similares. Cuéntase que cada diez años se toma el trabajo de desaparecer de las manos de su amo en busca de emociones, aventuras y, de paso, de manos talentosas que puedan tañir sus cuerdas floreciendo melodías y no sólo rústicos chanchanes. Es por ello, que cada 15 de agosto de los años terminados en 9 se las arregla para ser robada o, mejor dicho, para regalarse al peatón inmisericorde y oportunista.
Sucedió el 15 de agosto de 1989, cuando huyó en vísperas de un recital -para el que se la necesitaba- en manos de un (después del acontecimiento ex) amigo de su amo. Dícese también que ello sumió al dueño en un estado de desesperación tal que la pérdida de sentido de la existencia lo condujo a admitir casarse o atrocidades por el estilo. Luego de cinco años de pasar de mano en mano, de maltratos que la impulsaban a querer volver o de virtuosos solos que la invitaban al sensual deshojarse en melodías, emprendió el regreso.
Pero en 1999, idéntica fecha, partió otra vez. Un espíritu indómito la poseía, seguramente, y la devolvió al ruedo. Más ajada, menos lozana y brillante, supo de peñas nuevas, de manos impúdicas... Pero esta vez el retorno fue más rápido, quizás cansada de vaivenes descuidados, al cabo de tres años.
Ahora espera, acariciada por su amo, el fatídico 15 de agosto, donde emprenderá el viaje que su espíritu autoafanante le ordene.
O tal vez, ojalá, comprenda que el verdadero amor era la caricia cotidiana, las manos toscas que no aprendieron más que a amar su sonido cada vez más apagado, envejeciendo como el mundo, pidiéndole un acorde más a la tardecita, cuando le gusta sangrar...
Jajajja yo sabía que no podía ser que estacionara tan mal! :P
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ResponderBorrarEspere, espere, que me pongo de pie. Ahora si, lo aplaudo. Magnífico, sensacional. No son solo las historias, sino el estilo de la redacción. Brillante don Oso!!!!!
ResponderBorrarY asegure esa guitarra!
Pobre Nina, no sabe de la existencia de Paul Grill.
pero si esto realmente es para ponerse de pie, como dice don neto, si hasta se me cayó una lágrima con las letras finales dedicadas a la adorada viola!!!
ResponderBorrargenial osos, un placer como siempre leerte!
estos sucesos son de lo mas extraño, pero lo peor es que son cotidianos y uno pierde el asombro, pero esas cosas deben ser tenidas en cuenta a la hora de regresar a los pagos, uno siempre puede toparse con misterios que le devuelven al día a día las esperanzan de un mágico porvenir.
correcordones, guitarras ambulantes, una feria de locuras que mantienen vivos nuestros corazones...
genial!
abrazos, y yo me pregunto hay alguien que no conozca a Paul Grill???
genio y figura!
gracias por pasar, necesitaba leer eso
ResponderBorrar(pequeña gran crisis)
un abrazo!
Te he descubierto por casualidad y leyéndote me ha gustado tu estilo peculiar, volveré a visitarte.
ResponderBorrarAbrazos
Dependerá de cuánto el amo se esmere , para que no vuelva a dejarlo.
ResponderBorrarAh! yo estaciono a más de un metro del cordón, generalmente... pero el Correcordones,en este caso, creo que no tiene la culpa.
ResponderBorrarLo hace de hobby como Paul Grill entonces. Aunque si le preguntamos a él, seguramente alegará que lo hace para atrapar a la criatura mágica en cuestión.
ResponderBorrarjajaaa, buenísimos!
ResponderBorrarEl Correcordones existe. Y la propiedad autoafanante de la guitarra... se podría extender a los libros que jamás retornan, no?
beso,
Buenisimo tu post , me encanto!!!!
ResponderBorrarTe agrego algo, en mi ciudad tbn anda haciendo estragos el correcordones jajajaja.
Yo supe tener una guitarra como esa, pero todavía no ha regresado , se nota que no tiene intenciones de volver, por qué será??? Tan mal no la trataba , o sí ???
Besos
REM
Buena historia.
ResponderBorrarAunque se sabe de muchos objetos perdidos, mas si uno lo encuentra se volverà a perder, porque ese es su fin, que nadie se adueñe.
Besos.
Hola, oso muy buenos relatos...y tengo que confesar que no es mi 1er encuentro con el correcordones..., me sigue de cerca...muchas veces viene acompañado de otros espiritus compinches (si, llevan pinches) y me hacen quedar muy mal...uno de ellos me hace frenar en medio de la ruta, otros entrar en contramano, mas de uno me ha obligado a conducir en estado de ebriedad...ni que hablar del que me seduce a pasar por cada bache que se cruce en el camino...se tratan de espiritus viales...empiezo a sospechar que son pagos por los agentes de transito...es un tema para que investigue Netomancia...
ResponderBorrar...por cierto...gracias nina...es la unica que me tiene fe.
ResponderBorrarJUA!
ResponderBorrareste correcordonesssssss!
acá en Bahía hay uno que es mailicioso,porque los corre,pero hacia delante, cosa que le quede marcado y avisado a quien creyó estar bien estacionado :P
esaaaaaaaa! me parece escucharla a la bonita que veo ahí!
yo tengo una acústica preciosa que me acompaña desde mis 7 años...
le paso un dato, para navidad hice una canción para todos "ustedes" que, porsupuesto quedó en archivo...
guitarreando!!!
jaja
por ahí sale otro,quien sabe no? :)
Besos Apasionados♥
Muy bueno Oso, no dudo que suceda también en otros lugares, por sobretodo esa virtud o defecto del espiritu autoafante...
ResponderBorrarjaja, me hiciste reir.
Abrazo grande.
Don Oso, sus historias me dejan absorta y mirando a los costados...
ResponderBorrarMe pregunto, si tal vez, por estos pagos habrá también Correcordones y objetos autoafanantes y todavía no me di cuenta...
JAJAJA MUY BUEN RELATO!!!
BESOTES
Nina: Exactamente, póngale una gota de fe al Paul. Ah y ¡vaaamos todavía!
ResponderBorrarNeto: Ahora Nina ya sabe. Por la guitarra no se preocupe, el 15/08 será el día más libre de su vida. Ya veremos qué hace...
Diego: si bien para Borges ya no es mágico el mundo, siempre queda una brasita de mágica locura...
Marien: Gracias por pasar y no huir ante estas atrocidades.
Sil: el amo la dejará libre, verá ella qué decide. Ah, ¿no era el correcordones?
Duquesa: Debe ser así nomás, ya que según una cuenta rápida ha desaparecido cerca del 80% de os libros que he adquirido, aunque sospecho que posan en mis estantes algunos que se autoafanaron de otros lados.
Rem: Según parece los mitos villenses son universales, ¡y nosotros que nos creíamos especiales..!
Cecy: me gustó tu teoría. Habrá que profundizar en ella.
Paul: Consuélese, no es -por lo visto- la única víctima del Correcordones... Aunque a ud. lo asedia una caterva de espíritus indecorosos...
Passion: Se ve que hay razas de correcordones... Sonamos, están en todos lados. Ah, ese tema hay que escucharlo, che...
Magah: Luego de este post me he desilusionado al comprobar que correcordones y objetos autoafanantes hay en todos lados. ¡Qué garrón!
Annie: Lea los comentarios anteriores. A no dudarlo, está lleno de espíritus chocarreros (Chavo dixit)
Gracias a todos por comentar sin temor a engendros sobrenaturales...
Maldito Correcordones!! haber sabido maula! que era él quien me tenía diez minutos enajenada tratando de arrimarme derecha y alineada al cordón en cada maniobra y lo que es peor sin mayores exitos jaja.
ResponderBorrarDe ahora en más, lo tendré en cuenta, cada vez que un yerro me arranque una ....sonrisa ( eh que esperaban que diga) jaja