ETERNO RETORNO

Estas historias son como lanitas sueltas que la nona va ovillando en un bollito y una vez que adquiere volumen, las va desovillando para hacer algo con todas como si fueran una sola cosa. Así son estas narraciones, dichos, frases sueltas, conjeturas patinadas por una memoria tenue que -a veces- toman forma en la mano de quien las intenta reunir.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Isla con muro

Allí donde los mares se cuecen en tifones
en brava lejanía consciente de sus simas
emerge aquella isla preñada de corales.
Como cicatriz, un muro de lado a lado cosido
crece y brota regado en lluvias tropicales,
en sol como una perla encastrada en el poniente.
Un muro enredado en porfiado abrazo de las hiedras,
alto de caminantes, fin de sendero, baldón de la osadía.
Aquí, no allá, un imperio,
cuajado de empedrados, de templos
de dioses y ofrendas de primicias. Majestades.
Allá, no aquí, el desabrigo,
oquedad de vientres, carencias en suspiros.
No ser de no ser nunca ni saber que no se es.
El muro alimentado por las generaciones
esconde el sibilino oprobio del dominio:
hay otros allá en la sombra, al sur de la muralla
secreto que se dice pero no se nombra
acaso trajera males sin remedio.
Mas de tanto en tanto trepa el astro la barrera cenital
se aviene en guiños deslumbrantes de sombra de Asuán,
se atreve a desafiar el paramento que bifurca
y hay quien sueña al cerrarse las pupilas
y aspirar los soles como polen.
Algunas noches la luna se divierte
saltando la barrera como niña
tomándose la falda al paso de la soga.
Besando las frentes a escondidas de los dioses
que cuentan las primicias ofrendadas
y se hace moneda allá en el sur de la muralla.
Aquí, no allá, los ritos ya prescriben el futuro,
la sucesión de reyes, la nobleza, se cuecen en cristales
de clara ortografía y paren monumentos
de ruinas seculares.
Si no fuera por lo cotidiano,
lo presente, lo caliente,
diríanse -entre ellos- en cambio que fuera lo que fuera
lo que está afuera
y vuelva por sus fueros
así permanezca por designio de los dioses
(que no atan a la luna)
que gobiernan desde el atrio de los templos
hasta el día en que los hijos -o los hijos de los hijos- olviden.
Por lo menos hasta ese día.



7 comentarios:

  1. En tus versos noto inspiración y mucha dedicación al escribirlos.
    Te felicito.

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  2. Gracias, lo tenía empezado desde hace un tiempo, peor me costaba darle un cierre.
    Mientras veo si puedo pergeñar algo más decente.
    Abrazo

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  3. En esta gran isla que es nuestro mundo cada día hay más muros que no hacen más que separar hermanos.Los hay interiores, que son los peores porque tarde o temprano terminan gestando los primeros.

    Como siempre me gusta mucho leerlo y créame , sus versos son muy decentes.
    Besos querido amigo.
    REM

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    Respuestas
    1. Así exactamente es, querida Rem, los muros brotan de adentro para afuera.
      Por mi parte me quedé un tanto disconforme porque lo arranqué y después lo cerré con un hilo un tanto diferente, pero bueno, va zafando.
      Besos

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  4. Interesante. Me gustó mucho cuando va sobre los astros y aquello de "sombra de Asuán", creo que ahí el poema llegó justamente a su cenit.

    Abrazo Cuervo!

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  5. Esa luna que se divierte más allá de muros y encrucijadas, sigue siendo la esperanza. Por lo menos hasta ese día.


    Besos.

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