ETERNO RETORNO

Estas historias son como lanitas sueltas que la nona va ovillando en un bollito y una vez que adquiere volumen, las va desovillando para hacer algo con todas como si fueran una sola cosa. Así son estas narraciones, dichos, frases sueltas, conjeturas patinadas por una memoria tenue que -a veces- toman forma en la mano de quien las intenta reunir.

domingo, 9 de junio de 2013

Con el Gringo

para el Gringo
- No paro de hacer cagadas, ¿podés creer?
- Sos un animal, Gringo, le partiste la cabeza al Neblina, ahora le sacás el ojo al Mario. ¡La puta madre! ¡Qué frío que hace!
- ¡No se lo saqué, Cabeza! Se lo aflojé un poco para afuera, nada más.
- ¡Claaaaro, no fue nada!
- ¿Y qué querés? Si el tipo saltó a cabecear conmigo.
- ¡Y vos le aleteaste en la cara! ¡Le metiste el dedo por abajo del ojo!
- Ufff, siempre yo. Nadie más va a querer jugar conmigo...
- Nadie quiere jugar con vos desde hace rato.
- Bueno, che, soy así, Cabeza, ¿qué querés? Se me congela el culo en este tapial...
- Que no seas tan pelotudo. Después le andás queriendo soplar la novia al Destartalado, ni bola te va a...
- ¿La Negra? ¡No es la novia todavía!
- Todavía... ¿porque no fue a la casa? Bien que se metieron en la Cilsa a chapar. Y a vos ni te juna. A mí no me digas que no son novios.
- Eso de la Cilsa es invento de la Cabra, porque se quedó calentito. Y viste que él es calentón...
- ¿Calentito con qué?
- Con el cinco a cuatro.
- Pero, ¿vos sos pelotudo o qué te pasa? Eso fue el año pasado.
- Sí, en octubre. ¿Te acordás? Ganábamos dos a cero. Después nos metieron cuatro seguidos.  Ese sorete de Potente metió dos. Pero después Morete hizo dos y se fueron llorando de la cancha de Vélez. Está caliente porque le tiré cinco rompeportones en la cochera de la casa. Pero se lo merecía.
- ¿Y por qué se lo merecía? ¡Qué frío la puta que lo reparió! La radio dio uno bajo cero, ¡al mediodía!
- Porque cuando Boca hizo el cuarto le pidió permiso a mi vieja -yo me estaba bañando- fue y golpeaba la puerta del baño así tac, tac, tac, tac, y decía en cada golpe Curioni, Ponce, Potente, Potente. Y después se fue. ¡Claro! No me había dado cuenta que Ríver había empatado. Él escuchó la radio de mi viejo y rajó el cagón.
- Y al final...
- ¡Al final Morete les hizo tragar el sorete! Pero lo de los rompeportones no me lo perdona. ¡Cinco le tiré! Le iba a escribir en un papel Mastrángelo, Mastrángelo, Más, Morete y Morete, pero no le puse nada. Que se cague...
- ...
- Y por eso anda inventando lo del Destartalado con la Negra. ¡Mierda! Está todo nublado y hace un frío de cagarse.
- Lo que pasa es que vos estás chiflado.
- ¿Chiflado? ¿Por?
- A ver... cabeza partida del Neblina, ojo afuera del Mario, vidriera de la joyería rota de un pelotazo...
-¡Pará! ¡Pará, Cabeza! Eso fue de casualidad...
- Todas fueron de casualidad... Sigo, ¡ah! brazo quebrado del Joselo.
- Mmmm, no me acordaba. Eso fue en mi casa. Y bueno, ¿qué querés..?
- Ah, la del viejo Armando.
- ¿Armando?
- Alberto Jota Armando, cuando vino a las Dos Rutas, ahí a la Virgen.
- ¿Qué quérés? ¿Que no le grite Armando cago blando? ¿Qué mierda tiene que venir a hacer a mi barrio?
- Bueno, es el presidente de Boca...
- Por eso salí a gritarle todo vestidito de Ríver, así, con bandera y todo.
- Che, estoy temblando... ¿Y cómo te fue?
- Me cascotearon, pero eso no me dolíó.
- ¿Y qué te dolió?
- Me dieron quince patadas en el culo.
- ¿Quince? ¿Las contaste?
- Callate, una por cada año que no salimos campeones. Dos grandotes me tenían y otro me daba ¡una!, ¡dos! y así.
- ¡Ja! Gringo, te lo merecés por metido. Tenés razón, no parás de hacer cagadas.
- Mirá, encima que hace un frío de cagarse, se vienen las cenizas de la aceitera.
- Ma' qué ceniza si ni humo hay, son tan pavos que ni fuego prendieron... Llovizna.
- Y qué mierda es eso que tenés en la campera. Eso no es llovizna, es ceniza.
- No, boludo, es nieve. Bah, debe ser nieve.
- ...
- ...
- ¡¿Nieve?!
-  Nieve, Gringo. Nunca vi esto. Mirá. ¡Mirá!
- ¡Si nunca nevó acá en la puta vida! Si es nieve te juro que se muera la vieja Ciccone que nunca más me mando una cagada. ¡Pará! Corrijo. Si es nieve y podemos hacer muñecos como en la tele y todas esas cosas... nunca más me mando una cagada.
- ¡Uh, sí... mirá vos!
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- Che, Cabeza, ¿dónde vas con el saco de la escuela?
- Ni me hablés, voy a acompañar a mi vieja, todo por culpa tuya. ¿Ves que sos un reverendo pelotudo?
- Claaaro, cuatro días encerrado con anginas y me mandé una cagada a distancia. Claaaro...
- Y sí, laputaqueterremilyeguaparió, Gringo, la vieja Ciccone salió tan contenta a jugar con la nieve que le agarró un ataque. Y anoche palmó. Me lleva mi mamá al velorio, porque no le gusta ir sola. Después me deja a un costado y se pone a chusmear con las otras viejas.
- Pero, ¿será posible, Cabeza? Ni enfermo en casa paro de hacer cagadas.
- Ni enfermo en casa, Gringo. Ni enfermo.

10 comentarios:

  1. Oso, magistral relato...pobre muchacho le persigue la mala suerte...aunque el pone de su parte para que le suceda..."Armando cago blando" Y vestido con los colores del River! ja,ja. Lo que no se es como no se quedó sin cara ese día!
    Abrazos!

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    1. Realmente le fue mal ese día.
      Pero cuenta en su haber esa heroica afrenta.
      Besos, Doña Tinta.

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  2. Fue sin querer queriendo...
    Dios y todos los santos, Lorenzo incluído, no permitan que el Gringo nos mencione entre sus dichos, si no estamos al horno.


    Le mando un beso.


    SIL

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    1. Sepa usted que no ha cambiado, mucho, estimada Sil.
      Siempre se encuentran algunos invariantes...
      Pero no deja de ser un personaje.
      Besos

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  3. Todo un retrato de fanaticos del futbol. El ultimo parrafo implica que tenían la costumbre de echarle la culpa de todo, no veo relación entre causa efecto.

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    1. No la hay. Pero era tal el cúmulo de macanas que se mandaba, que era típico ponerlo como mufa.

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  4. Excelente Oso! Una pinturita, que linda manera de ficcionar el ayer y la ciudad. Un abrazo!

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  5. Uy este muchacho no pega una, como dijera una tía abuela hay quienes nacen con estrella y otros estrellados,este debe ser el caso de el Gringo.

    Besos y me encantó tu relato me hiciste reir en un día que venía medio complicado.

    REM

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