Claro, Morena era un seudónimo, pero todos sabían de quién se trataba, podían verla, sabían de sus cosas y fundamentalmente cómo acercarse a charlar con ella, quien quisiera conocía su banco y su dirección. No tardó en comprender que muchos de los pizarrones de las escuelas estaban escritos con letras y coloridos de los más variados, dibujos y poemas. Poemas tristes, poemas de amor, poemas en todos los tonos, en todas las formas. Al principio dejó una nota aquí, otra allí... Los diálogos pizarroniles se tornaron interesantes, frescos y -deducía- casi necesarios para muchos de ellos.
Morena admiraba la escritura de muchos pizarrones, pero esto no la hacía abandonar la tarea que la inspiración le negaba. Muchas veces paría versos y textos quizás sólo para que no se olviden de ella. Le llamaban mucho la atención algunos pizarrones. Donde escribía Morticia la mayoría de los textos eran macabros, de puñal bajo la piadosa mantilla, hechos con una maestría tal que le sugería la presencia de una genial escritora cenital entremezclada con titilantes puntitos apenas sobre el horizonte. Donde escribía Fantasma, los versos tenían una confección tal que parecían robados de un libro sublime y transcriptos sin más al pizarrón. Porteño hacía versos tangueros, eróticos muy cuidados, de los que llegan al alma. Y Olor dando y recibiendo vida y Ambages, y Pino... Y cada uno con su estilo, con sus males, con sus historias, cargando el peso de lo que fue, dejando huellas, pintando historias.
Fantasma era de lo más interesante. Morena sentía su presencia siempre y hasta le parecía que en algún momento sabría más de él, dada la familiraridad creciente entre ellos. Comenzó a declarar admiraciones por ella de tal manera que algunos pasaban por los pizarrones para ver qué le decía y cómo respondía ella. Fantasma era brillante, versos perfectos unas veces, versos jocosos otras, versos etéreos, versos de todo tipo y calibre y de singular belleza, versos, versos. No había quién dejara de admirar la capacidad de Fantasma para escribirlos, una mezcla de fantasía y precisión, de locura literaria y sentencias como martillazos.
Morena, impactada desde el principio, empezó a sentir que Fantasma le reclamaba la respuesta a una pregunta que nunca hizo. Una señal de correspondencia, tal vez. Empezó a palpar el espacio espeso de inquisidores giros. Morena no sabía la respuesta. No. Se preguntaba cómo no podía llegar aunque más sea una carta, una esquela, un papelito que preguntase en forma directa y personal o que declarase amores, odios o simplemente indiferencia. Se preguntaba cómo responder en forma pública a un rostro escondido. Cómo el fantasma de esta ópera podía cantar tan bellamente y reclamar desde la oscuridad la profesión desde el escenario. El fantasma movía cuerdas con esa habilidad sorprendente para decir y desdecir, impresa desde el principio que otorgaba a sus escritos la ambivalencia suficiente para cubrir de sutil misterio su armadura plateada.
Sin embargo, Morena supo al borrar un día -quizás tarde- que el mundo de los pizarrones encarnaba otra realidad. Otro plano de la realidad. Un plano donde los cuchillos no herían, si apenitas raspaban. Un plano donde el amor no estaba sujeto a las reglas habituales. Los celos eran terribles, pero efímeros como tormentas de verano. Los odios, las venganzas, las ambiciones pasaban por palabras más o menos duras, filosas o rotundas. Supo que Fantasma era un ser entrañable. Que su corazón era palpable y que anhelaba esa caricia tierna. Supo que al escribir y borrar en su pizarroncito abrió la dimensión en la que eran posibles múltiples realidades complejamente superpuestas. Y que, cuando pudo entrever, abriéndose paso en un bosque de palabras con el machete azul, apenas si le alcanzó el ímpetu para percibir almas en carne viva, ataviadas con frases. Sólo con frases. Breves unas, inextricablemente largas otras. Floridas algunas, secas muchas otras. Allí, Fantasma se cubría tanto, pero sólo de adelante, hasta donde llegaban sus manos. Almas desnudas todas, piel de letras, necesitadas de estrofas o parrafadas para cicatrizar alguna que otra herida.
[Publicado también en Villeraturas, 14/06/09]
Don Oso, otra terrible genialidad suya, armada entre tizas y pizarrones.
ResponderBorrarEl texto me paseó inexorablemente entre la nostalgia de aquellos tiempos de manos blancas y secas, de borradores de paño y la actualidad, donde tantas almas desnudas, descalzas, con piel de letras, andamos intentando cicatrizar alguna que otra herida.
Un abrazó grande.
Magah
Que bello Oso... ,me gusto mucho la historia de Morena y sus pizarrones...
ResponderBorrarUn encanto!
Hola Oso!! Un placer conocer tu espacio. Y paré de leer porque ya la vista no me da más, tengo que cambiar estos benditos lentes de una vez por todas!!
ResponderBorrarMe gustó lo de los pizarrones y encontré una cierta similitud con el mundo de los blogs.
Me voy a llevar tu dire para no perder el rumbo porque realmente me gusta como escribis.
Un abrazo desde lejos, que no paro de estornudar!!
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ResponderBorrarOk, puedo intentar en la mesa de algún café? :)
ResponderBorrarOsoooo, qué suerte poder leerte otra vez!!
Pero.. que te afanan la guitarra decís?
NO
diga NO a los robos de guitarras!
((cambiala por un teclado, algo así))
yo hice eso... :P jeje
oso me voy a tomar un geniol, así nada más.
un besote!
la "pibita" de silbando bajo :)
Hola Oso, muy lindo (parezco bólida, como si no se lo dijeran seguido), a mí me quedó un gusto a, una especie de chat en sala gral.
ResponderBorrarO de los papelitos que los profesores confiscan con conversaciones, sólo que ahí uno ve la cara, en fin.
Me encantó Morena, no me suena ficticia.
Don Oso, cada día que le leo se me imagina más grande. Lo de Oso disminuye ante su sensibilidad, preciso aclararle.
ResponderBorrarTizas, pizarras, y todo un sinfín de palabras... magia pura he leído.
Abrazos.
EL PLACER ES MIO...
ResponderBorrarSE LO ASEGURO
ESTE BELLO ESPACIO ES UN MANANTIAL DE SABIDURIA....
UN LUGAR PARA DELEITARSE
GRACIAS ...POR SEGUIR MI ESTELA
UN BESO INMENSO
LuNa
Qué buen relato don Oso, que excelente paralelismo con otras realidades donde también podemos dejar textos expresando sensaciones y sentimientos sin más identificación que una imagen y un nombre. Y detrás de esa firma, como la de Morena y Fantasma, hay sin embargo tanto en juego que pareciera mentira.
ResponderBorrarUn abrazo!
Todo bien en el champa?
brindo por los pizarrones que nos salvan el pellejo de la imaginación!
ResponderBorrarabrazos llenos de tiza!
Mágica Magah: así es, tal cual tus palabras. Gracias.
ResponderBorrarKapa Carla: gracias una vez más por alentar, dan ganas de escribir...
Bienvenida Sandra: Gracias por tus palabras y por escribir tu pizarrón...
Pibita Nina: ya no puedo abandonar a guitarra, que me deje otra vez si ella quiere...
Abrujandra porá (¿será así?): si no suena no debe ser, ¿no?
Gran Manolo: gracias por la aclaración, pero así estamos desde hace décadas... Abrazo
Misteriosa Luna: agradecido por tu visita, ¡y por que resistas estos intentos..!
Maestro Neto: ud lo ha dicho, parece mentira que se dijera tanto en los pizarrones.
Querida Meli: brindemos a la distancia, que no aleja el alma.
ESTIMADO DON OSO
ResponderBorrarEl pizarrón de Morena me ha reflejado la vida misma.
Quisiera poder emular a esa niña, y borrar y re-escribir ... pero sé con certeza que tal como reza el relato, es demasiado tarde.
Besos.
Porá: depende, si es el porá con tilde es lindo, sino es un cuco.
ResponderBorrarYo jamás borraría con el codo , lo que se escribe con la mano , verdad?
ResponderBorrarMaravilloso, tierno , palpable!
Se ve que ese viaje te ha hecho bien!
Felicitaciones!
Ha sacado la nota mas alta!
=) HUMO
DON OSO
ResponderBorrarEs verdad, no existen las realidades planas. En cada realidad hay muchos universos
superpuestos.
Morena seguirá descubriendo cada día, en cada pizarrón que descubra, heridas que necesitan cicatrizar...
ME ENCANTÓ, EXCELENTE...
BESOTES =)
Creativo, fantástico y hasta real podria sugetarse también, todos creo que en algún grado forma y parámetro de la vida necesitamos estrofas o parrafadas para cicatrizar alguna que otra herida mi amigo... y asi somos también un poco todos almas desnudas con piel de letras....(buenas metáforas)
ResponderBorrarsuspiro!!!
Bien hecho, lo filicito, impecable.
cariños, sr. profe.
muak
me recuerda a una mujer que desde temparana edad transmitia sus sentimientos en hojas de cuaderno para su padre que buena falta le hacía!
ResponderBorrarQué decirle don Oso?!
Usted es un capo!!!
Muuuchos besos♥
Wow!más que pizarra mágica. Qué LINDO texto en verdad, y digo así, porque la palabra me queda pequeña.
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