para Yus
- Dale, vamos a patear.- Perá que pregunto si mi mamá me deja. Me parece que tiene miedo que pase algo.
- ¿Qué va a pasar?
- Va a haber policías, seguro.
- No pasa nada, mi mamá va a mirar también.
El almuerzo había sido tenso, las gargantas anudadas, la incertidumbre. Los chicos rodeando la mesa intuyendo que algo extraño acaecía en los ojos de madres y abuelas, en sus largos silencios y respuestas esquivas. Demasiado seguido los mayores murmuraban por lo bajo. En los chinchones de sábado a la noche, mientras los grandes valores repetían una y otra vez sus cansinos y demacrados tangazos llorones, se cruzaban algunas palabras que los chicos memorizaban como mantras. Algo pasa y es algo grande.
Y jugar a la pelota, qué otra cosa para los chicos. La pelota, los soldaditos con su fuerte, la gomera, las escondidas, todo aquel mundito enorme que pugnaba por permanecer ajeno a las preocupaciones que se vivían.
- ¡Pateá, dale!
- Sí, pero acomodá el arco, que se va a la cuneta...
- Mirá cuánta gente viene, mirá.
- Ufa, que no se metan en la cancha.
- ¿Ya vendrán?
- Mmm, no creo, es temprano.
No eran pocos los que se acercaban, bicicletas, amas de casa secándose las manos en el delantal. Era raro ver las Dos Rutas con tanta gente acercándose. No era procesión de la inmaculada. Todos se acercaban lentamente, mientras los pibes peloteaban tratando de que no les invadieran la cancha.
Un auto con llamativas banderas pasó bocineando hacia el centro. En la esquina de la farmacia de González había policías. En la escuela comercial también.
- ¿Viste Ricardo del Campo? No lo aguanto.
- ¡Cómo lo jode al Zorro!
- ¡Gooolll de Scotta!
- ¡Alto! ¡Fue alto! ¡¿Qué va a ser gol?!
- ¡Si no saltaste!
Conocidos y extraños, de uno y otro lado de la gran alcantarilla donde cazar ranas era el delirio. Donde la pelota se revestía de agua podrida sin inquietud porque igual la iban a cabecear. Donde había que agarrarse de un miserable yuyito para traerla al borde y acercarla con la punta de la zapatilla, proeza para valientes.
- ¡Allá vienen!, gritó alguien.
- Dale pateá el último.
- Pará, vamos a ver.
Era el dieciséis de marzo del setenta y cuatro. Miles de obreros marchando desde la zona fabril con el sol bañando las frentes perladas. Cantando, conversando, expectantes... Momento culminante de la gran aventura villense.
Y aplausos y manos levantadas y algunos pañuelos al aire.
Pibes arrimados al zanjón tratando de identificar -con esa orgullosa ignorancia que da la inocencia cuando se viste de intuición- a sus padres entre el gentío.
Algo grande estaba pasando.
Pero no iba a quedar así...
[Publicado también en Villeraturas, 11/03/10]
Tantos años sangrados...
ResponderBorrar¿Hemos aprendido algo como Nación, como pueblo, como seres humanos?
¿Hemos avanzado?
Vale la pena salir a la calle?
Alguien nos escucha?
Alguien atenderá los reclamos justos ?
De aquel ¨Villazo¨ hasta hoy...
Sabiendo que tu alma jamás se rinde,
y tus brazos jamás se caen.
Cantando como León,
que todo está guardado en la memoria...
¿Qué le decimos a nuestros hijos?
¿Con qué excusa le pedimos que tengan fe,
si sus propios padres padecen la misma sed?
Besos.
Entre vos y Sil me dejaron con "wow" y "cierto" para decir nada más.
ResponderBorrarY mucho para pensar, por supuesto.
Qué lindo que alguien vea que estas cosas no son para guardarse sino para contar, ¡gracias por compartirlo, don Oso!
Un gran abrazo desde este Buenos Aires caluroso y sin ganas.
Nina.
El relato es fuerte, y visto desde los ojos de los niños, lo siento más fuerte.
ResponderBorrarSaludos.
Fantástico, Oso, el ambiente y la atmósfera que construyes para "recrear" desde la mirada infantil unos hechos tan trascendentes para la ciudad de Villa y para los trabajadores argentinos. Me has hecho trabajar, ya que me he leído (gracias San Google!!!)lo que sucedió, aunque haya sido un poco por encima, ya que así entendía mejor el relato.
ResponderBorrarBesos.
Paloma.
Don Oso, ya dejé un comentario en Villeraturas sobre este texto, pero repito un concepto, es en el contraste entre niños y adultos, juegos y conflictos, que el relato se hace aún más real.
ResponderBorrarQue se recuerdo implica que se valore aquella lucha, no que solo se lo tome como una fecha más.
Felicitaciones por el escrito. Es enorme.
Un abrazo!
Y si Leon Gieco cuando por su boca dispara el sondo que invade nuestros oidos con plabras como "Todo está guardado en la memoria,
ResponderBorrarsueño de la vida y de la historia." o quizas "Hombres de hierro que no escuchan la voz
hombres de hierro que no escuchan el grito
hombres de hierro que no escuchan el llanto.
Gente que avanza se puede matar
pero los pensamientos quedarán. " y no faltaria decir, citare a otro maestro que dijo ""los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo". Muy calido lo suyo oso, a seguir ensayando.-
Oso querido: no se lo que pasó ese día pero me parece extraordinario como construiste el relato combinando lo de la manifestación d elos grandes con la mirada de los chicos y su mundo,tan importante para ellos.
ResponderBorrarFelicitaciones!
F.
Tu relato fué cinematográfico, me erizé de emoción, me conmovió la ternura de tu texto, ese chico, esa infancia, allá lejos y hace tiempo, me pregunto si será posible traerla de nuevo, hay un dicho que dice : todo tiempo pasado fué mejor, seguro que lo inventó algún nostálgico.
ResponderBorrarBesos!
Sigue?...:) espero que si!
=) HUMO
SIL:
ResponderBorrarNo sé la respuesta a ninguna de las preguntas. Sólo espero que no tengamos que aprender a la fuerza.
NINA:
A lo mejor no sirve para nada contarlo, más que por una necesidad propia. Pero no será peor que no contarlo, de seguro. Ya viene el otoño, por suerte...
MARIELA:
Acontecimientos fuertes, como éste, quedan impresos en el corazón. No se puede evitar contarlo. Los historiadores tendrán una visión más útil, supongo.
PALOMA:
Mi ciudad ha olvidado lo que pudo alguna vez. El relato es parte de ese dolor. Y, como dijera Sil, tal vez lo olvidamos como país.
NETO:
Estos recuerdos nos complican, creo que porque de alguna forma nos ponen en evidencia, ¿no?
JOSÉ LUIS:
Vamos probando con lo que sale. A veces salen estas cosas guardadas de la niñez, que nos interpelan a responder de alguna foma.
FELIPE:
Quise manifestar las cosas que me pasaban cuando aquellos sucesos que tuvieron como centro mi ciudad. Al año de esa marcha se inició el ensayo de lo que sería la represión en todo el país.
HUMO:
Veremos si sigue. Creo que la continuación está en el primer post que puse en el blog, que se llama Carlitos.
Gracias a todos por comentar...
muy buen relato oso...
ResponderBorrarla mezcla de la misitca, el futbol, el barrio, el tango y la historia... siempre la misma patética historia argentina...
saludos y pésames
No puedo ser muy analitico Oso, y por eso me disculpo, porque del tema no se mucho, lo tendria que a ver vivido, solo te hablo de mi imaginacion y sinceramente perdon por si pudiera ofender a alguien, si hubiese vivido esa epoca me hubiese gustado vivirla estando en la inocencia, es fuertisimo! un fuerte abrazo amigo!
ResponderBorrarHay recuerdos que erizan la piel.
ResponderBorrarMe gustó tu relato.
Besí Osito bello.
La infancia nos perdona un poco la vida dándonos esa inocencia para no ser aún concientes de sucesos tan terribles y que nos marcaron para siempre.
ResponderBorrarCuanto contraste en cuantas realidades se ven entre la mirada ingenua y soñadora de un niño y la realistra y cansada de un adulto.
Maravilloso amigo, como siempre.
Que final... me hiciste recorrer todo el "paisaje". Yo no habia nacido en esa epoca pero es bueno que estas historias sigan recordandose para que uno aprenda y sepa lo que paso.
ResponderBorrarMe gusta saber que la fuerza obrera de entonces es la misma de ahora. O eso es lo que quiero creer.
ResponderBorrarVilla es una ciudad obrera, las fábricas metalúrgicas son su alma y su sustento. Cada vez que voy veo la misma realidad que cuando era chica. En ese sentido parece paralizada en el tiempo y, sin embargo, avanza y lucha y tiene mucho para enseñar desde su historia.
Creo que de todas las universidades debieran salir contingentes hacia Villa mientras hablan de asociaciones obreras y capital fuerza de trabajo para que el academicismo no se quede en retórica muerta y entiendan de qué se trata cuando se habla de OBREROS.
Un abrazo de oso
Otra vez yo. Oso querido, pasá por mi blog cuando puedas que hay un regalito para vos.
ResponderBorrarUn abrazo
Vengo por acá a dejarte mis saludos...
ResponderBorrarMuy bueno tu blog..
te encontré en el blog de la feliz lascivia..
Saludos...
Oso.....bien sabes que la idea es no abandonar,no claudicar,tomar la posta de otros compañeros que lucharon en la epoca "grande"...y uno anda en eso aprendiendo y "aprehendiendo" la lucha de los viejos.
ResponderBorrarUn abrazo amigo...
Yus.
ME DIO ESCALOFRÍOS, TANTO EL RELATO COMO LA FOTO...DEBE SER PORQUE REALMENTE NO QUEDÓ ASÍ...
ResponderBorrarOSO DE DÓNDE SACASTE ESA FOTO? LA "SOMBRA OSCURA" EN LA PARTE INFERIOR, ES LA DE LA PARROQUIA SAN PABLO?
ResponderBorrarHola Gabi!!
ResponderBorrarLa foto debe estar tomada desde el campanario de la iglesia.
En realidad la afané de la web, rebuscando por ahí.
Besos