ETERNO RETORNO
Estas historias son como lanitas sueltas que la nona va ovillando en un bollito y una vez que adquiere volumen, las va desovillando para hacer algo con todas como si fueran una sola cosa. Así son estas narraciones, dichos, frases sueltas, conjeturas patinadas por una memoria tenue que -a veces- toman forma en la mano de quien las intenta reunir.
jueves, 30 de julio de 2009
Teología de barrio: Despelote en el templo
El grupo se acercaba al templo, conversaban animados. El lugar bullía de gente por las pascuas. Parece ser que Jesús estaba absorto en sus cosas, entretejiendo unas cintas de cuero.
- Maestro, ¿te sacas los nervios trenzando?, dijo Felipe.
- No, dentro de un rato...
Los muchachos intercambiaban opiniones sobre las magníficas construcciones que eran orgullo de los jerosolimitanos.
- ¡Es increíble, nunca vi algo así!, decía uno de los Santiagos.
- ¡Faaaa, acá sí que se adora de lo lindo! Si no fuera por esos romanos de mierda..., aportaba Judas Tadeo.
- ¡La guita que habrán cobrado de impuestos para hacer esto!, Mateo, que era publicano y recaudador.
- ¡Y la que se habrán afanado en coimas y diegos!, acotó Judas, que llevaba la bolsita de las donaciones.
- ¿Ven todo esto?, preguntó Jesús levantando la vista al señalar los imponentes muros y dando por terminada la interminable trenza con unas bolitas en la punta.
- No, no lo vemos, dijo Tomás, para agregar enseguida: - Sí, jefe, era en joda...
- De esto no quedará piedra sobre piedra...
- (Ammm, murmullos a coro) Claro, y nosotros vamos a quedar en la historia... ironizó Tomás.
En los atrios se apiñaban las mesas de los cambistas y los vendedores de animales para los sacrificios. Judíos gentiles, peregrinos de países lejanos, se acercaban a las mesas de los cambistas portando monedas de sus regiones. Los más acaudalados enviaban emisarios para negociar el cambio y lograban menos usura por grandes valores. Los más pobres, que buscaban la piedad y así alargar sus días con sacrificios, casi dejaban los pocos ahorros de un año por una misérrima moneda de cobre.
Los vendedores de bueyes, ovejas y palomas armaban su recinto en el atrio recibiendo altas pagas por animales para el sacrificio. Quien mucho poseía compraba un buey, algunos ovejas y los pobres, palomas. Así funcionaban las reglas, el Levítico decía que el animal a sacrificar debe pertenecer a quien los ofrece, por eso tenían que ser animales domésticos y no peces o animales salvajes. Y como muchos no poseían ninguna clase de hacienda, ahorraban para costearse algún bicho en el atrio del templo. Este sistema les proveía abundantes ingresos a los sacerdotes y levitas y, de paso, enriquecía a quienes obtenían una licencia para vender en el atrio.
- Miren a esa viuda, dijo Jesús.
- ¡Qué vieja miserable!, -acotó uno- puso dos moneditas de lástima nomás.
- Les aseguro que esa pobre viuda, que da de lo que le falta, agrada mucho más al Padre que quienes dan abundantemente de lo que les sobra...
- ¡Ouch..! Es dura esta enseñanza maestro...
- Están a tiempo de irse, ¿quién los ata?, replicó Jesús y aceleró el paso aferrando fuertemente el trenzado.
Entonces, fuera de sí, comenzó a propinar latigazos, a derribar las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de animales mientras vociferaba: -¡Convirtieron la casa de oración de los pueblos en cueva de ladrones! ¡Saquen toda esta basura!
Los discípulos estaban azorados y reaccionaban de diversas maneras:
- ¡Jefe, dígame a quién le pego!
- ¿Le ayudo con las palomas?
- ¡Ja! ¡Una moneda con el ganador de las olimpíadas!
- ¡No, idiota, es del César!
- ¡Esta ovejita va pal rancho!
- ¡Rajemo..!
- Pst, maestro, después me lava la túnica... Me cagó una de las palomas que soltó.
- ¡Qué despelote!
Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley se enteraron de lo ocurrido y comenzaron a planear deshacerse de él; tenían miedo del impacto que su enseñanza producía sobre el pueblo.
Me pregunto si éste es el Jesús mansito, con gestos de bobo que mira para arriba como si soltaran globos, que se ve en muchos cuadros y estampitas. El tipo -para muchos el hijo de dios-, sacado, arma un revuelo fenomenal en la cara misma de sus enemigos y se gana la sentencia de muerte. No es poca cosa. Sin embargo, pareciera que poco caso se hace hoy por muchos lugares donde se lo predica o se dice que se lo predica. Aun así, grabado en escrituras que millones toman como sagradas, la religión, que no la fe, sigue siendo un extraordinario negocio para unos cuantos. Justificando en un mar de palabras el aferrarse a todo poder que ande dando vueltas para usarlo en servicio de quién sabe qué dios que no se parece al que Jesús quiso -sospecho- manifestar y, veladamente, en beneficio propio.
Hoy, como bien dice el Neto, volvería a suceder, porque vuelve a suceder todos los días...
[Publicado también en Villeraturas, 30/07/09]
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
De los pasajes de la vida de Jesús que la historia o los que cuentan la misma se han encargado ha preservado, es el instante que relatás el que siempre me ha llamado mayormente la atención. Cómo bien decís, querido Oso, la actitud de Jesús, más que pacifista, fue de rabia, bronca, odio, ante quienes se aprovechan del prójimo en beneficio propio, a quiénes levantan la bandera del comercio y la posesión de capital como estandartes de poder. Es la misma bronca que hoy en día despierta protestas, reclamos, ante las injusticias que la sociedad sufre por gobernantes y aprovechadores como los que Jesús espantó en aquellas escalinatas dos mil años atrás. Y la Iglesia, testigo de todo lo que le pasa a la humanidad, no hace otra cosa que volver a lavarse las manos y en caso de poder, participar en el juego.
ResponderBorrarClaro que volvería, una y mil veces, porque la humanidad siempre ha avanzado según el camino de las conveniencias y por ende, el verdadero camino, ya está lejos de alcance si es que, desvirtuado por el tiempo y las acciones del hombre, alguna vez lo podramos reconocer en caso de toparnos con el mismo.
Oso, brillante relato. Es gratificante que el post en mi blog te haya llevado a esta reflexión. Gracias, un abrazo!!!
El relato de NETO nos ha inspirado a todos...
ResponderBorrarTu versión del memorable pasaje del Nuevo Testamento es magistral.
YO OPINO
que muchos mortales tendrían el valor y patearían mesas, insultando a los hipócritas, frente de sus repugnantes templos. PERO
admitamos que Jesús contaba con dos grandes privilegios:
a-el amparo Divino.
b-la seguridad de que : aunque enfrentara al sistema y por eso, le dieran cruel muerte, resucitaría a los 3 días.
De cualquier manera, esos dos ítems, no le restan mérito a su revolucionaria filosofía, ni reconocimiento a la marca indeleble que la misma le ha dejado a la humanidad entera.
Un beso.
Exelentisimo post.
ResponderBorrarDebemos tener una imagen pacífica y cuasi perfecta de él por la increíble incapacidad que tenemos de admirar y respetar a alguien tan humano como nosotros.
ResponderBorrarMe encantó el texto, pero el tema me saca de mis casillas cada vez, la relación fe/iglesia (que hoy me parece imposible que siga existiendo) me supera.
Otra vez: me pareció muuuuy bueno el texto.
Un abrazo.
Irina.
Oso, qué intensidad, cuánta verdad y qué crudeza.
ResponderBorrarMuy bien llevado, la verdad lo devoré.
Me alegro d e haber vuelto, lamento la ausencia, fue necesaria para recargar energías, y así con novedades t espero cuando gustes
abrazo
Neto: Muchas de las cosas que nos conmueven, como tu relato, nos sacan algunas ideas o pensamientos que dan ganas de compartir, sea esta forma u otra.
ResponderBorrarSil: No estoy tan seguro de que Jesús la tenía tan clara en cuanto a los puntos a y b, pero es otro tema. Y es cierto que ha dejado un mensaje indeleble. A pesar de los cristianos, el mensaje se mantiene bastante bien.
Na3rol: Gracias, che, espero escuchar esa música...
Nina: Es un tema que a todos nos pone la piel de gallina. Porque no es pavada, porque hace al fondo de nuestra cultura, pero a ese fondo que conviene silenciar paa que las cosas sigan como van.
Paola: Me alegro de que estés de nuevo entre los mortales, siempre hay que tomarse cada uno su tiempo, por algo son tus tiempos y no de otro.
A todos gracias por pasar y dejar sus opiniones.
Como dice la frase "Si no
ResponderBorrarpuedes con ellos, úneteles".
Y eso hicieron...
Le sacaron el látigo,
lo subieron a los pedestales,
le pusieron túnica blanca y pura, ojos azules, cuerpo espigado, cabellos largos y prolijamente ordenados...
Un Jesús negro, ojos oscuros, cabellos rizados, con látigos y contestatario, no es políticamente correcto para lograr gente mansa y obediente.
Conocés LA UTOPIA DE JESÚS?
El autor es Rubén Dry.
MUY BUEN TEMA Y POR SUPUESTO RELATADO MAGISTRALMENTE COMO SIEMPRE...
UN BESO GRANDE
=)
Annie: No conozco ese libro, ya veo si lo chusmeo. Mientras tanto te digo que sí he leído bastante otros autores porque es un tema que me interesa.
ResponderBorrarBesos y gracias...
excelente crónica versionada, mi querido Oso
ResponderBorrarJesús fue un gran filósofo, que no queda duda de eso, que aplicaba totalmente la teoría a la práctica
y me ecantaron los dichos para "desorientado" y "desconcertado" del Beto
Beso de Judas
La verdad Oso, muy buenop el texto, todo es ciclico, todo vuelve a suceder, con distintos personajes, en distintas epocas... pero siempre pasa lo mismo, y comparto como muchos lo han dicho: La iglesia se laba las manos, es el comercio mas abarcativo que existe sobre la tierra... que picardia.... Un abrazo!
ResponderBorrarLeí... siempre tan original en tu forma de expresarte.
ResponderBorrarsiempre un placer pasar a descubrir tu magia y don en la escritura con un estilo, muy tuyo.
cariños.
Ufff...que decir después de leerte y luego de leer los acertadísimos comentarios de neto y sil.
ResponderBorrarSimplemente felicitarte y decirte que siempre sorprendes con tu talento
literario.
Besos!
=) HUMO
Me encanta este Jesús! Era re heavy el tipo pero la mayoría de las religiones prefieren olvidarse para que no se les arruine el negocito. ¿Viste que los evangelios oficiales son los 4 más tranquis aunque no le pudieron borrar ese pasaje? En los apócrifos hay más pasajes polentosos como ese, además los apóstoles eran unos revoltosos. Pedro el más cabrón de todos.
ResponderBorrarTe cuento un chiste:
La estaban por lapidar a la mujer por adulterio y se interpuso Jesús y dijo: "Aquel que no tenga pecado que arroje la primera piedra". En eso le cayó un toscaso en la cabeza y adolorido se da vuelta y dice "bueno, mamá, no te lo tomés tan a pecho, che!"
Un beso grande
Vuelo rasante el mío sólo para saludar, ya me detendré a leer como se merece y no así, doy asco últimamente.
ResponderBorrar